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OPINION

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Lunes 26 de julio de 2010

Cartas de lectores

Buenos Aires, lunes 26 de julio de 2010

“LA NACION será una tribuna de doctrina” (Núm. 1, Año 1)

Fundado por Bartolomé Mitre el 4 de enero de 1870 Director: BARTOLOMÉ MITRE

Aniversario de la Bolsa de Comercio Esta institución señera cumple 156 años de intensa y fecunda labor en favor del desarrollo nacional NA de las más antiguas y prestigiosas instituciones del país, la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, cumple hoy 156 años. El aniversario es, sin duda, motivo legítimo de orgullo para la comunidad empresarial argentina. No es ciertamente un aniversario “redondo”, como suele decirse para destacar la oportunidad de un recordatorio especial, pero el peculiar contexto político, jurídico y económico en el que hoy la institución desarrolla su actividad es más que suficiente para tener presente la fecha. Se toma el año 1854 como el de la fundación de la Bolsa, porque ése fue el de su constitución formal. En realidad, el primer bosquejo de lo que la institución habría de ser más adelante apareció en 1811, por iniciativa de comerciantes británicos radicados en la ciudad. En una segunda etapa, abierta en 1822 bajo los auspicios de ese genuino progresista que fue Bernardino Rivadavia, aquel primer embrión se haría cargo de las cotizaciones de la onza de oro y de las de unos pocos papeles o fondos públicos. Su columna vertebral era entonces la Sociedad Particular de Corredores, que agrupaba a unos ochenta operadores. La versión definitiva de una entidad señera y enfocada integralmente a las actividades bursátiles –la que ha llegado hasta nuestros días– ha realizado durante más de medio siglo un trabajo intenso y fecundo en favor del desarrollo nacional. Ha promovido el financiamiento y la inversión y ha contribuido decisivamente, en algunas instancias cruciales, hasta al afianzamiento de la paz nacional. Hoy, no obstante, es penoso observar el reducido despliegue de recursos monetarios en juego en las ruedas diarias de operaciones de la organización. Son valores ínfimos cuando se los compara con instituciones similares extranjeras que, habiendo tenido en el pasado una gravitación mucho más modesta, han conseguido sin embargo superarnos largamente. Casos notables, en este sentido, son los de las bolsas de San Pablo y de la Ciudad de México. Nadie debe llamarse a engaño sobre las razones de tan notorio declive relativo. La inseguridad jurídica que ha campeado en el país, en especial en los últimos años, tanto como el desaliento de la inversión privada por

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efecto de políticas públicas equivocadas. Por otra parte, en una economía a la que no es fácil aplaudir por su comportamiento de los últimos sesenta años, los papeles públicos no se han caracterizado por su utilidad para la canalización del ahorro nacional. Esa economía ha estimulado, en cambio, la especulación, tal como ha sido recogido por el dicho: “Hay que ganar con el rumor, porque se pierde con la noticia.” Aspiramos, pese a ello, a poder contar con un contexto económico más propicio para que una institución señera como lo es la Bolsa de Comercio de Buenos Aires pueda crecer al máximo de sus posibilidades. Aspiramos también a que sus autoridades puedan desenvolverse con seriedad y tranquilidad de ánimo, hoy perturbadas, con alarmante frecuencia, por las intensas presiones políticas del Gobierno y por la acción amenazadora, cuando no prepotente y ramplona, de funcionarios públicos como Guillermo Moreno, el secretario de Comercio Interior. Aspiramos también a que una institución merecedora de los mayores reconocimientos públicos por su largo y prolífico servicio al país pueda pronto encontrar en el contexto general una réplica, por lo menos, de la responsabilidad y el profesionalismo con los que ha actuado tradicionalmente uno de los cuerpos técnicos surgidos de su propio seno, el Tribunal Arbitral. Si los agentes del Estado ignoran las razones por las cuales esa provechosa instancia mediadora es hoy acreedora de la confianza y credibilidad de empresas e individuos de las que goza, deberían averiguarlo. Se hallarían entonces frente a una explicación simple, casi elemental. En primer lugar, porque no se conocen casos de corrupción en las intervenciones del Tribunal Arbitral, cuyos miembros son designados por la propia comisión directiva de la Bolsa, y, enseguida, porque esos mismos miembros se han caracterizado por su alta capacidad y competencia profesional, así como por su experiencia y sus conocimientos. Al margen del merecido homenaje a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, los ojos deberían volverse también hacia la Comisión Nacional de Valores, presidida, de un tiempo a esta parte, con claro ánimo político y con propósitos arbitrarios, para tomar una vez más nota de todo lo que convendría cambiar en función del interés general, tan pronto como el ciclo actual quede definitivamente atrás, y la dirigencia y la ciudadanía resuelvan democráticamente transitar en una dirección distinta, para bien del conjunto social.

Florida, maltratada Las autoridades siguen haciendo oídos sordos a las quejas por la lamentable degradación de esta calle O es novedad que Florida ha ido perdiendo paulatinamente la fisonomía que supo tener cuando era uno de los mayores orgullos urbanos de los argentinos. Pero la han maltratado y la siguen maltratando la paulatina degradación de muchas de sus fachadas, la desaparición de apreciable cantidad de comercios tradicionales, la proliferación de vendedores ambulantes y de improvisados artistas, y la velada presencia de la prostitución y de cierta delincuencia, sin que las autoridades locales y la Policía Federal se hagan excesivo eco del empeño de algunas entidades privadas que aspiran a remediar esa caótica situación. Florida es histórica por donde se la mire. En ella estuvo el solar que Garay le asignó a Ana Díaz, la única mujer venida aquí con la expedición definitivamente fundacional; en la casa de Mariquita Sánchez de Thompson, ubicada en esa misma arteria, fue compuesto y entonado por primera vez nuestro Himno Nacional; transitaron por ella distinguidos visitantes y fue escenario de desfiles militares y de manifestaciones políticas llamadas a tener fundamental incidencia en la vida institucional del país.

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Salvo convertirla hace varias décadas en peatonal, no ha habido mayor preocupación por preservarla. Primero fueron los artistas callejeros; después, los arrebatadores comenzaron a hacer de las suyas, especialmente en ese tramo distinguido que discurre entre Tucumán y la plaza San Martín. Por último, la más reciente y forzada adquisición son los “manteros”, cuyos improvisados puestos de venta abarrotados por toda clase de mercancías dificultan caminar por esa arteria peatonal por excelencia. Los comerciantes se quejan de esa competencia manifiestamente ilegal, que ha disminuido sus ingresos hasta en un 20 por ciento. Los “manteros” no pagan ninguna clase de impuestos y medran a favor de vagas disposiciones que los autorizan a ofrecer artesanías de fabricación propia o baratijas. Florida declina, aunque no por voluntad de sus legítimos residentes. Las invasiones sucesivas amenazan con acabar hasta con empresas tan positivas como podrían ser la presencia y actividad de las Galerías Pacífico o el sano propósito de recuperar el antiguo local de Harrods. Se dice que está en marcha un plan integral para reubicar a alrededor de 400 manteros porque, se justifican las autoridades, muchos de ellos obtienen sus únicos ingresos mediante esa modalidad. Al margen de si eso es cierto o no, no caben dudas de que Florida merece que le devuelvan su antiguo esplendor.

OTRAS OPINIONES Y EL NACIONAL, CARACAS

Un silencio sepulcral El silencio del gobierno venezolano sobre las rotundas acusaciones formuladas por Colombia en el seno de la Comisión Permanente de la OEA puede llegar a interpretarse como una aceptación de esos señalamientos. No otra cosa se percibe tanto de la

repentina mudez que le ha entrado al presidente sobre el tema, como de su negativa a darle al país una explicación pormenorizada sobre la supuesta presencia de guerrilleros colombianos en territorio nacional. Jamás Venezuela ha sido calificada de esa manera, y si Colombia se atreve debe ser por razones muy poderosas e irrebatibles. Lo fundamental es que se enfrente el problema con valentía y con la verdad si esta existe, o que se tomen medidas para revertir la

Los textos destinados a esta sección no deben exceder las 15 líneas o los 1100 caracteres. Debe constar el nombre del remitente, firma, domicilio, teléfono y número de documento. Por razones de espacio y de estilo, LA NACION podrá seleccionar el material y editarlo. Los mensajes deben enviarse a: [email protected]; fax: 4319-4509; dirección: Bouchard 557, 5º piso, Capital. (C1106ABG)

ocupación de territorio venezolano por fuerzas militarizadas del narcotráfico. Hoy nadie se traga el cuento de que las FARC o el ELN obedecen a un verdadero programa revolucionario y popular. Los venezolanos no queremos nada con el narcotráfico ni con la presencia de guerrilleros colombianos. El presidente debe dar la cara por Venezuela. Si no lo hace es que teme que Colombia tenga pruebas aún más graves en su poder.

“Háganlo”

Señor Director: “A través del diario que usted dirige le voy a pedir al ex presidente Kirchner, a la señora Presidenta y a todos los ministros y secretarios que tengan alguna relación con este tema que por favor se abstengan de seguir diciendo que, si se les otorga el 82 por ciento móvil a los jubilados, el país quiebra. “Háganlo. Y después acordemos la manera de cubrir el bache que se produzca. “Total, cada vez que la «caja» necesitó recursos, los obtuvo. Y no preguntó si estábamos de acuerdo.”

Graciela Crespi [email protected]

pueblo y de las Fuerzas Armadas, que cumplieron órdenes de un gobierno constitucional. “Y para quienes duden de ello, aquí van las palabras del presidente Juan Domingo Perón en el radiograma del 21 de enero de 1974 referidas a los subversivos: «... La decisión soberana de las grandes mayorías nacionales de protagonizar una revolución en paz y el repudio unánime de la ciudadanía harán que el reducido número de psicópatas que va quedando sea exterminado uno por uno para el bien de la República». “Hasta que ello no ocurra, el Congreso, dominado aún por la ideología montonera, jamás va a votar favorablemente una amnistía para los militares.”

Denis Pitté Fletcher Abogado DNI 13.770.195

Quiere ser igual

Señor Director: “Pido una jubilación de privilegio, una excepción al impuesto a las ganancias, un fuero para no responder a la Justicia, una posibilidad de comprar bienes sin control, extender concesiones económicas a un amigo, la facultad de incorporar la familia a mi trabajo y que el sueldo lo pague el Estado. “En fín, quiero todo aquello que me permita ser igual a unos pocos.”

Leonidas Llano DNI 5.190.326

Nuevos prostíbulos

Señor Director: “Como representantes del consejo de copropietarios de Suipacha 834 le escribimos la presente, ya que no sabemos a quién más recurrir. En el edificio, que es apto profesional, existen al menos cuatro departamentos que trabajan como prostíbulos, lo que no sólo ocasiona disturbios de todo tipo, sino que también afecta la seguridad al ingresar gente extraña que deambula por el edificio las 24 horas del día tratando de colarse para entrar o salir. “Juntamos pruebas de sus páginas web, avisos publicados en diarios, folletines en la vía pública, de Facebook, de foros, fotos, e hicimos la denuncia en la administración del edificio, en el gobierno de la ciudad, en la Policía Federal, y muchísimas cosas más. Pese a los esfuerzos de todos, y lejos de retirarse, esta gente, que es administrada por una sola persona, se expande como un cáncer y ahora son cinco los departamentos, a pesar de estar en contra todos los integrantes del edificio. Parece que no hay nada que detenga a esta gente. ¿Es que nadie puede hacer nada? “Sabemos que es un flagelo en muchos edificios. ¿Acaso no existe legislación para protegernos de esto? ¿O debemos pensar que hay otros intereses detrás? Queremos proteger a nuestras familias y niños.”

Consejo de copropietarios Consorcio Suipacha 834, Capital

Alcoholemia

Señor Director: “Deseo que las autoridades del gobierno de la ciudad tomen conocimiento de que deben mejorar el procedimiento por el cual realizan el control de alcoholemia. Con ello se evitarían situaciones injustas y pérdidas de valioso tiempo. “La mayoría de los llamados enjuagues bucales que se venden contienen en su fórmula alcohol medicinal. Si un conductor tiene la mala suerte de ser interceptado por un control de tránsito a los pocos minutos de haberse enjuagado la boca con alguno de dichos productos, al soplar la pipeta el resultado será positivo. “Si los responsables de la implementación del control de tránsito lo ignoran, se lo hago saber y les ruego que lo comprueben.”

Jorge Troszynski DNI 4.548.519

Amnistía

Señor Director: “Pro ha lanzado la idea de hacer una consulta popular a los fines de verificar la voluntad del pueblo respecto de amnistiar a los integrantes de las Fuerzas Armadas y de seguridad juzgados en causas por delitos de lesa humanidad. “Creo que antes de buscar una amnistía general, primeramente debería consultarse al pueblo sobre la necesidad de respetar la igualdad ante la ley, y detener y someter a proceso a los subversivos que bañaron de sangre nuestra patria y motivaron con ello la reacción del

Manos laboriosas

Señor Director: “Quisiera rendir un sencillo homenaje a un grupo de señoras afiliadas al centro de jubilados con sede en Austria 2254 de esta ciudad, que dedican horas de trabajo y algunos pesitos de sus seguramente injustos ingresos para comprar lanas y tejer prendas de bebe para donarlas a las salas de maternidad del hospital Rivadavia. “Es emocionante verlas juntarse semana tras semana en la sede del centro para compartir el tejido y la ilusión de llevar algo de alegría y alivio a las mamás del hospital, crear primorosas prendas de bebe con sus manos laboriosas y llevarse un poco más de trabajo a sus casas. “Creo que son un ejemplo. La edad

vez vencido el plazo de vigencia legal de ésta. “He intentado clarificar por medio de varias cartas a LA NACION lo que entiendo por esa destrucción. Lo que afirmo es sencillamente que ella se realiza sin proceder a la valoración histórica de los expedientes. Esta práctica, como es natural, es inherente a la falta de idoneidad de las personas que tienen a su cuidado el material. “Ahora bien, me parece completamente evidente que el problema de cómo ha de evitarse tal práctica es mediante la creación de un archivo histórico del Poder Judicial de la Nación, cuyo personal sea nombrado por concurso de antecedentes y oposición, y a cuyo cargo esté no solamente la selección y ordenamiento de los fondos históricos, sino también la publicación de una revista que contenga los catálogos, índices e inventarios de ellos. “Pero la Corte Suprema declara que «por razones presupuestarias» no es posible crear el referido archivo y que el problema se solucionaría mediante un acuerdo con la Academia Nacional de la Historia, que intervendría en la operación valorativa. Lamentablemente, esta vía ya fue utilizada en el pasado con resultado negativo. “Así, sostengo que mi proyecto de crear un archivo histórico judicial (expte. 4623/08 C.S.) es plausible con toda certeza, aunque demande gastos, lo mismo que es posible encarar la construcción de un nuevo edificio para el Archivo General de la Nación, cuyo personal es también designado a dedo, tal como ocurre con el de la Biblioteca Nacional y el de la mayoría de nuestros museos, bibliotecas y archivos públicos.”

Marcelo Bazán Lazcano [email protected]

La crisis de España

avanzada no les impide tener un sueño y concretarlo. “Mis felicitaciones a estas abuelas por rescatar con su obra los valores de nuestra comunidad, que a veces creemos perdidos para siempre.”

Silvia Rivera Laprida 1828, Capital [email protected]

Aclaración de AICA Señor Director: “En su columna del 18 de este mes, Joaquín Morales Solá dice, entre otros conceptos que no voy a responder, que la agencia AICA difundió, sin autorización, la carta que el cardenal Bergoglio envió a las monjas carmelitas y que “no estaba destinada al conocimiento público”. Algo similar escribió días antes Mariano de Vedia. Ambos, de una manera u otra, atribuyen a esta difusión de AICA el resultado de los acontecimientos relacionados con la aprobación de la ley que legaliza el matrimonio de personas del mismo sexo. “En ese sentido, debo aclarar dos aspectos: primero, que esa carta, antes de su difusión por AICA, había sido publicada en el Boletín Eclesiástico del Arzobispado de Buenos Aires, boletín que, además de su edición impresa, se podía encontrar en la página de Internet. Es decir, no existía tal secreto ni reserva: era pública. “En segundo lugar, no fue AICA la primera en dar a conocer la carta. Lo hicieron antes la agencia Télam y el diario Tiempo Argentino, ambos medios vinculados con el gobierno nacional, y el sitio Valores Religiosos, de Clarín, citando a Télam. “En AICA no es prioritaria la «primicia», sino la «verdad», una norma que da mayor seguridad a la información”.

Miguel Woites Director de AICA

Archivos judiciales

Señor Director: “Espero que no haya dificultad en entender que lo que me he propuesto respecto del Archivo General del Poder Judicial de la Nación es que cese en él la destrucción indiscriminada de la documentación judicial una

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Señor Director: “¿Es posible que todavía siga siendo noticia digna de titulares que «a pesar de la crisis cada vez hay más ricos» y se venden más artículos de lujo? La crisis actual de España no es de subsistencia, de pura miseria. El ingreso medio nuestro es superior al promedio europeo y, por ejemplo, al de Italia. “La crisis es financiera, especulativa: la gran mayoría sufrimos las artimañas y estafas de pequeños grupos asociales que se enriquecen desmesuradamente reduciendo nuestro nivel de vida, con la ayuda de políticos del gobierno y de la oposición que por culpables, ignorantes o corruptos permiten que esto suceda, y por la inmensa apatía de una población que se deja «distraer» por ciertas ideologías y espectáculos mientras le arrebatan lo suyo.”

Javier Torres Sanz Puentedeume, 11. 28029, Madrid

Grosería por una panza

Señor Director: “El martes 13 del actual hubo en el Teatro Colón una función de gala para Don Giovanni, de Mozart. Provengo de una familia aficionada a la música y tuve la suerte de poder disfrutar del Colón en varias oportunidades. Tengo 27 años y me encuentro embarazada de cuatro meses. Acompañada de mi tía, entramos en el teatro y tuve que exponerme a ser escoltada por personal de seguridad en la fila del ascensor, ya que un hombre se exasperó por mi «preferencia» y me detuvo agarrándome del brazo violentamente mientras entre gritos e insultos me ordenaba hacer la fila entera. “Los hombres de seguridad debieron tranquilizarlo y ubicarme en el lugar para pasar primera. Fue un momento extremadamente desagradable en el que las personas de la fila, de un nivel sociocultural alto, sin hacer honor a la educación que seguramente recibieron, se desentendieron de la situación y voltearon la vista. “Es claro, estar embarazada no te imposibilita llevar una vida normal, pero desarrollamos una fisonomía diferente que nos limita para realizar esfuerzos y nos lleva a correr riesgos. Pero esto parece no entenderse, ni siquiera respetarse; por el contrario, me sentí condenada por mi situación; exigir un asiento o un lugar para no quedarse parada es cercano a un insulto. Pertenezco a otra generación, expuesta tantas veces a críticas, pero por suerte me educaron en los principios básicos del respeto y de la compasión, cosa que no vi reflejada en aquellos que teóricamente serían nuestros ejemplos.”

Agustina Vilarullo DNI 29.751.780

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