CARISMATISMO EXTREMO: LA NUEVA PLAGA Por ... - ObreroFiel

fanatismo” de sus seguidores, los conducen, por un camino amplio, liso y recto… ¡al infierno! Parecen duras las palabras hasta aquí empleadas, pero lo son ...
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CARISMATISMO EXTREMO: LA NUEVA PLAGA Por Rogelio Pérez Díaz Usado con permiso Cual las plagas que Jehová mandó sobre Egipto para manifestar su gloria a Faraón y liberar a Israel, se van mostrando a diario las señales de los últimos tiempos. La última plaga de nuestros días lo constituye lo que algunos han dado en llamar “carismatismo extremo”. Como su nombre indica, la referida “tendencia” usa el carisma de los predicadores (e incluso de los que les siguen) para mostrar actos que, más que “milagros”, parecen números de circo, con un efectismo de espectáculo, engañador de incautos. Algunas personas del mundo, que poco conocen de la Palabra de Dios, y hasta cristianos confundidos, se han dejado arrastrar por esta plaga, haciéndoles “el juego” a individuos sin escrúpulos, que a la vez que lucran con el “fanatismo” de sus seguidores, los conducen, por un camino amplio, liso y recto… ¡al infierno! Parecen duras las palabras hasta aquí empleadas, pero lo son poco si tenemos en cuenta el destino final del “producto”. Nuestra intención no es herir personas; Dios nos ha dado como mandamiento amar al prójimo. Es precisamente ese amor y no otra cosa, lo que nos motiva a poner sobre aviso a las personas que creen las payasadas que estos individuos realizan. También por amor, pedimos a Dios que aleje a esos falsos líderes de su mala intención y que les perdone. Pero, nunca lo dude, si esos “predicadores” van a seguir causando daño y confundiendo gente, la santa voluntad de nuestro Padre celestial es juzgarlos y condenarlos por tan abominables actos. Que se haga conforme a su voluntad y no a la nuestra. Desde hace algún tiempo se viene hablando en nuestra congregación acerca del tema, para ponernos alerta. Algunos incluso, nos hemos sentido aludidos sin tener motivos para ello. Otros, los que realmente debían ser receptores directos del mensaje, han optado por sentirse “heridos”, “molestarse” y hasta apartarse de la iglesia. No niego que hubo un momento en el que personalmente creí que las palabras de nuestro pastor iban dirigidas a mí, por la sencilla razón de que un grupo de hermanos nos reuníamos a leer y corregir nuestros escritos, formando un pequeño ministerio que nacía. Luego, conociendo nuestro propósito, que no era otro que el de glorificar a Dios, nos convencimos que había “algo” realmente sucio y tenebroso desatándose y que era a los que tales actos patrocinaban, a quienes iba dirigido el aviso. Es lamentable que la gente no admita ser corregido, o por lo menos aconsejado cuando comete un error. Nuestra naturaleza a veces nos juega malas pasadas. Nos creemos “centro”, “individuos importantes”, capaces de lograr las cosas por nosotros mismos y echamos a un lado a nuestro amoroso Padre… ¡y el diablo está ahí, alerta, esperando ese desliz nuestro para obrar! En un principio, cuando se abordó el tema de las “nuevas tendencias”, que apartaban a los hombres de Cristo y los convertían en esclavos de Satanás, no entendí muy bien cuán delicado era el asunto. Sí me chocaba, por ejemplo, ver a algunas personas en el templo (gracias a Dios, bastante escasas) que danzaban de forma escandalosa, como queriendo más llamar la atención que alabar al Señor. Pensé que tal vez fueran sólo suposiciones mías y que esas “gentes” estaban recibiendo del Espíritu Santo el deseo de danzar en esa manera. Los toleré, pero Dios lo sabe, no sentí ningún tipo de envidia por ellos, ni siquiera la más mínima necesidad de recibir también semejante “don”. Por más que trataba de convivir con eso, más artificial y egocéntrico me parecía. Tampoco entendí un mensaje electrónico que recibí de mi prima, con la cual comparto con frecuencia la Palabra de Dios y abordamos temas sensibles como éste. Siempre la he considerado a ella (en el mejor sentido de la

palabra) más conservadora que yo mismo en estas cuestiones y, de buenas a primera, se me aparece con un enfoque inesperado de lo que hasta el momento ambos habíamos rechazado. Cito: “También hemos recibido bendiciones del Señor, la verdad y tenemos la más grandiosa bendición: Saber que Dios nos bendice, porque de qué vale una cosa que tengamos si no la vemos. ¿No crees? Yo siempre he dicho que mi mayor bendición no ha sido la bendición como tal, sino el conocimiento de la procedencia. [Hasta aquí, completamente de acuerdo, todo bien.] En cuanto a los testigos, déjame decirte, es que cada uno tiene una visión y yo no digo por nada que ellos estén errados, para mi criterio, según lo que yo conozco, no hay bases fundamentadas para sus creencias, pero, digo yo... ¿y si es así la luz que han recibido y están adorando de corazón al Dios de verdad? [Esto lo dudo.] Que no creen en la divinidad de Cristo, [¿cómo pueden entonces estar adorando al “Dios de verdad”?] quizás su mente no se lo ha permitido....Dios sabrá por qué. [¡Siendo Dios tan grande en sabiduría, dudo mucho que obre “a medias” en las personas: o las llama “completamente” o no las llama!] Por otro lado, nosotros (tú y yo) estamos muy predispuestos porque a esa gente le hemos visto dar muy malos testimonios en su vivir, en su actuar y en sus comportamientos frente a la vida, al prójimo y al mismo Dios. [¿No crees entonces, prima, que “algo anda mal” y que, nada que “ande mal” puede ser obra de Dios?] Pero eso es un caso...vamos a ver. ¿Tú crees que todos los adventistas son iguales? [Ni todos los adventistas, ni todos los bautistas, ni todos los evangelistas, ni todos… los “istas”.] Pues no. Algunos hemos dado muy malos ejemplos y testimonios. Los católicos, por ejemplo.... Dios me perdone: Que piara de ignorantes y fantasiosos, pero recuerda que el etíope iba en un carro, leyendo al profeta Isaías, dime tu..... Sin embargo no estaba entendiendo. Su corazón era sincero, Dios mismo estaba mirando su necesidad y su fe y su corazón abierto a la influencia....y mandó a Felipe. Nosotros todos, de la congregación que sea, tenemos que pedir todos los días que Dios mande a Felipe. Porque realmente estamos leyendo al profeta y a veces no tenemos entendimiento suficiente. Por otra parte, “a cada santo le llega su San Bernardo” [Refrán muy común en el lugar donde nos criamos.]... Recuerda quien yo era, [Y quién era yo.). Solo me dio por leer al profeta Isaías y Dios mandó a Felipe. Que me enseñó mal o bien, [Esto lo dudo, prima. Si fue de Dios, nos enseñó bien y si nos enseñó mal, entonces no fue de Dios.]. Bueno, Dios está mirando, Dios mira, Dios oye, Dios ve. Y sabe que yo he creído en eso porque es lo que "encaja" con la finitud de mi raciocinio. [¡No prima!, nosotros hemos creído en eso porque es lo que “encaja” con la infinitud del raciocinio divino.] Tú ora, y déjalo, Dios tiene poder, para mí como persona, yo no creo que sea preferible un ateo que alguien que esté equivocado. [Yo tampoco lo creo, pero el equivocado no va a ser salvo tan solo por “sus buenas intenciones”.] Dios conoce tus equivocaciones, tus luchas y pelea por ti cada vez que se lo pides. No creas que es un alegato en defensa...ya te dije que no comparto en NADA, [¡Gracias, prima, por renovar en mi esa certeza!] sin embargo he conocido algunos, muy, muy fieles, con una conducta ejemplar y que si creen en eso es porque su fe se basa ahí. [Pero es que la fe no viene de ellos sino de Dios y, nada que venga de Dios puede ser equivocado.] (Todas las frases en negritas y entre corchetes, son comentarios míos.) Por supuesto que, desde un principio, me he dado cuenta que mi prima (la primera de las primas) trata de consolarme, pues está al tanto de mi lucha por tener una hija Testigo de Jehová. Y en mi corazón se lo agradezco, pero en mi mente, al igual que en la de ella, muchas de estas cosas no tienen cabida. Hoy, después de ver un documental titulado Carismatismo Extremo es que entiendo la preocupación del pastor por las “nuevas tendencias” que se propagan por el mundo y ya nos han visitado. Y, supongo también que mi prima, además de darme consuelo, ha sido un poco “condescendiente” con gentes que buscan de Dios equivocadamente, porque ha sentido más de cerca y mucho antes que yo los efectos negativos de esas payasadas de Benny Hinn y su comparsa y, comparados con los Testigos de Jehová y los Católicos, estos por lo menos no son tan dañinos. Por cierto, si no fuera algo tan serio, ver el referido documental puede mover a la risa a cualquiera, por las payasadas de estos individuos, pero están haciendo tanto daño, no sólo a los que les siguen, sino a las gentes del mundo con su mal testimonio, que más que risa provocan ira (si no tengo derecho a airarme justamente, que

Dios perdone mi pecado, que él lo haga en la certeza de que viene de un hijo preocupado por los asuntos del Padre.) ¡Qué sea el propio Dios quien hable! Jesucristo dice en Mateo 24:24-25 “Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. Ya os lo he dicho antes.” El autor es miembro de la agrupación paraeclesiástica cubana: Ministerio CRISTIANOS UNIDOS. ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.