Canciones para abrazar la novedad

1 jun. 2014 - puede suceder: instrumentales climas sombríos (“El arca”), algu- ... diez canciones de un pop-rock tan radial como contundente. Más allá.
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espectáculos | 9

| Domingo 1º De junio De 2014

lAnzAMientos

Chillan las Bestias

Banda de Turistas: el fin de la inocencia

Grabaciones Sebastián Espósito

Canciones para abrazar la novedad

E

n su cuarto disco, Lo que más querés (Discos Popart), Banda de Turistas toma consciencia de que la adolescencia ya quedó atrás (“Nene, ya estás grande al parecer / Nena, ya estás hecha una mujer. Salgan a la vida / chóquense con la pared”). Sin embargo, aún no están dispuestos a madurar. El quinteto de Bruno Albano, voz y bajo; Tomás Putruele, voz y guitarra; Luis Balcarce, guitarras y coros; Guido Colzani, batería y percusión, y Patricio Troncoso, sintetizadores, se despacha con diez canciones de un pop-rock tan radial como contundente. Más allá del superhit “Química”, que empezó a sonar hace ya un par de meses, el álbum contiene gemas, como “Nenes” y “Estoy bien mal”, ambas de fuerte impronta babasónica y la balada “Dejate ir”, tan irresistiblemente beatle como “Lo que más querés”, el último track. Por lo demás, se distinguen las guitarras cansinas, los colchones de sintetizadores y las intenciones de los dos productores:

Tuta Torres (responsable de ocho de las diez canciones), que los lleva a repasar el camino trazado por Dárgelos y Cía. (es, a no olvidarse, el bajista actual de Babasónicos) que tan bien le sienta a BDT y el perico Juanchi Baleirón, quien explota la veta más comercial del quinteto. Él está detrás de la archidifundida “Química” y de “Por qué será”, suerte de cruza entre “Mala vida”, de Mano Negra, y Leo Dan. “¿Por qué será que es más difícil olvidar que enamorarse?”, se preguntan en ella, sin miedo a pecar de novelescos, tal como lo viene haciendo desde los 90 su admirado Dárgelos. El nuevo disco de BDT bien puede ubicarse al lado de Acerca de las batallas necesarias, quinto capítulo de Superlasciva y Vándalo, flamante álbum de Utopians. Las tres bandas representan tres miradas bien distintas del nuevo rock local, que empezó a gestarse tímidamente con la llegada del siglo XXI y que hoy puede lucir con orgullo su re-

gentileza discos popart

pertorio, tan necesario como fresco y renovador. “No hago pie en la realidad, me gusta estar más allá”, canta Roberto Decotto, primera voz, guitarras y coros, en “Bicherío de luz”. Su voz, entre Daniel Melero, Manuel Moretti y un cantautor de tierra adentro, es el nexo ideal para que las letras de Manuel Farizano, en guitarras, segundas voces y voz principal en un par de temas, nos lleguen claras y casi vírgenes. Es la que transmite frases tan estimulantes como “Vamos a pensar que es mejor inadaptarnos a todo lo que está dado hoy” o “El horizonte siempre está / ¿por qué lo quieres alcanzar? / a mí me gusta contemplarlo…”. Vienen de Goya, Corrientes, pero hace tiempo que el hollín de la gran ciudad impactó en su música. La calma folk y retro setentista de Superlasciva contrasta con el huracán Utopians. Para Barbi Recanati y los suyos, lo que importa es el rock. El que despabila, el que estimula y el que descarga y vaya si hay buenas dosis de todo esto en Vándalo, su cuarto disco. Más allá de que fue registrado en el coqueto estudio boutique Sonic Ranch, en el desierto texano, con instrumentos vintage al alcance del cuarteto (lo completan Gustavo Fiocchi, en guitarras; Mario Romero, en bajos, y Larry, en batería), impacta por la arquitectura de sus canciones. Los climas, las letras y las imágenes que sugieren se manifiestan en capas. La primera atrae, la segunda atrapa, la tercera conmueve y si llegan a la cuarta... bueno, entonces, bienvenidos a la adicción.ß

Mariana Massetto

Ararat

chillan las bestias: Hasta el hueso,

mientras viva yo iré cantando: Del

cabalgata hacia la luz:

Tu cuadro se calló, Nocturno me-

muelle, Solcito, La vida mía, Viento,

del mono, El Paso, Las dos mitades

diodía, Cielo, Nafta y bic, Zarpando,

La cocinerita, Doña Ubenza, Cha-

y otros. (oui oui records.)

La Bestia, Sin amor. (scatter

carera digo y otros. (edición inde-

re -

El camino

cords.)

pendiente.)

noCturno. “Ya no te mata lo que duele” canta/recita Pedro Dalton en “Nocturno mediodía”, un tema que podría haber sido también un adecuado título para esta placa debut de Chillan Las Bestias, la banda que ha surgido de la reunión entre los locales ex Ángela Tullida y el líder de los uruguayos Buenos Muchachos. Es que, a lo largo de su casi media hora de duración, el álbum nos conduce por los caminos tortuosos y crepusculares que sugieren las letras filosas como puñales que escarban en heridas (Dalton tiene editados algunos libros de poemas y una novela) y un clima general de atmósfera oscura, llena de premoniciones –gracias al trabajo que realizan Marcelo Chiachiare, en guitarra; Pablo Ferrajuolo, en bajo; Franco Varise, en teclados; Marcos Camisani, en violín, y José Navarro, en batería– que acompaña perfectamente a estas canciones del desencanto.ß

CanCión simple. En su tercera producción discográfica, Mariana Massetto volvió a apostar al despojo. Volvió a repetir la sociedad con Ariel Gato –ingeniero de sonido, productor del disco y compositor de algunos temas– y siguió madurando esa estética de voz apenas acompañada por alguna percusión o instrumento de cuerdas. La “bumbunita” (ése fue el nombre de su primer disco) Massetto asume el riesgo de la voz folklórica casi desnuda, pero no necesariamente agreste. Suena urbana. Así van cantando vidalas, canciones, cuecas, huaynos y chacareras; hasta una cumbia que podría estar dentro del repertorio de Manu Chao y que sirve para abrir el CD. Massetto también escribió canciones para este disco, aunque no parecen alcanzar la altura poética de otros clásicos que fue mechando en este álbum caracterizado por la delicada sencillez.ß

grupo reCargado. El trío de sonido espeso formado por Sergio Chotsourian, Tito Fargo y Alfredo Felitte, ofrece aquí un nuevo capítulo de su monte musical, más místico, más directo, más rápido y más furioso. Con el bajo de Chotsourian como eje y los ruidos y ruiditos disparados por Fargo desde sus teclados, el álbum acelera de cero a cien en los primeros tres temas, para luego incorporar nuevas sonoridades. Así, “La sal y el arroz” abre otras puertas a las brumosas composiciones de Ararat, un grupo en constante experimentación y, desde allí, todo puede suceder: instrumentales climas sombríos (“El arca”), algunas migajas de Natas (“Nicotina y destrucción”), épicas desérticas (“La familia y las guerras”), pasajes experimentales (“Los viajes”) y un final acústico con sello propio (“Atalayah”). El tercer disco del trío suena más contundente, como una suerte de Ararat recargado, que también encuentra nuevos horizontes melódicos y líricos.ß

Adriana Franco

Mauro Apicella

Sebastián Ramos

trACks Marillion

La Ley, retour

El aire de Etala

“Si eres fan de Marillion desde hace mucho tiempo, te damos las gracias por tu fe. Si eres nuevo, bienvenido a una mejor forma de vida.” Con ese optimismo, los Marillion armaron un compilado de temas preferidos, que acaba de ser publicado, a propósito de la visita del combo a la Argentina.

El regreso del grupo chileno La Ley tras casi nueve años de ausencia –hicieron su gira de despedida en 2005 y volvieron a los escenarios con conciertos como los que dieron el último verano en Mar del Plata y Viña del Mar– también significó la publicación de un CD y DVD, Retour, con lo mejor de su carrera.

Tiempo en el aire es el último disco publicado con Lisandro Etala. La placa, de 13 canciones, se construyó con una estética poprock y diversas influencias que casi siempre terminan en la tradición del rock nacional. Hay una mayoría de temas propios, algún hit de Charly García y la voz invitada de Ligia Piro.