Boudou acapara espacios para amplificar su poder

lo nuestro”, tal vez la Presidenta debería aprovechar que desde 1963 en la Argentina existe un régimen similar, ideado por el gobierno de José María Guido.
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POLITICA

I

ELECCIONES 2011

Lunes 26 de septiembre de 2011

La estrategia electoral a corto y largo plazo

Macri también se esforzará por sumar “heridos” opositores

Alfonsín pidió frenar “el intento hegemónico” El candidato de Udeso estuvo en Entre Ríos

Al igual que el Gobierno, dirigentes de Pro ya dialogan con referentes de la UCR y el peronismo JAIME ROSEMBERG LA NACION Con la convicción de que no habrá 2015 para él sin un 2013 exitoso, Mauricio Macri bosqueja por estos días su armado nacional con la vista puesta en las próximas elecciones legislativas. Más allá de la prudencia que hoy reina en Pro, y la necesidad de mantener la tregua no escrita con la Casa Rosada, varios de sus mejores alfiles recorren por estos días el país, conversan con dirigentes y acercan posiciones, un mes antes de que las presidenciales dejen ver el mapa político definitivo. El objetivo parece claro: tener una gran actuación en las legislativas dentro de dos años y aspirar así a que el actual jefe de gobierno porteño sea el sucesor de Cristina Kirchner una vez cumplido el próximo período presidencial. En el macrismo se viven horas de “efervescencia”, tal cual lo definió a LA NACION un dirigente de peso nacional. Al igual que el Gobierno, que recibe cada día a algún “arrepentido” deseoso de volver al kirchnerismo, muchos radicales y peronistas disidentes han mejorado el diálogo con referentes macristas de todo el país. Es que propios y extraños descuentan que será este espacio uno de los pocos rediles opositores que quedarán en pie luego del 23 de octubre, y que en él buscarán, a partir de diciembre, cobijo miembros de la UCR, referentes ligados a Elisa Carrió y hasta ex miembros del kirchnerismo. “Después de octubre, van a surgir nuevos liderazgos”, afirmó Macri el jueves, antes de iniciar su gira por España, un calco de las charlas que el jefe de gobierno reelecto tiene con el consultor ecuatoriano Jaime Durán Barba y dirigentes de su mesa chica. La diputada Gabriela Michetti; los peronistas Emilio Monzó y Humberto Schiavoni, y el electo legislador porteño Rogelio Frigerio (n) son quienes tienen a su cargo los diálogos aquí y allá, mientras apoyan a los candidatos propios para las elecciones del 23 de octubre. “Hay que ver cómo queda el panorama. Y saldremos con la ambulancia una vez que haya lastimados”, resumió a LA NACION uno de los referentes. Por eso algunas conversaciones, tibias y embrionarias aún, ya han comenzado. La líder de Unión por Todos, Patricia Bullrich, por ejemplo, no esconde sus disidencias con parte de la Coalición Cívica de Elisa Carrió, y gestos como bajar a su candidato a intendente en Vicente López para favorecer las chances de Jorge Macri fueron bien recibidos en Pro. “Ya está, se viene con nosotros

después de diciembre”, se apresuran en el macrismo, aunque la propia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, jefe de gabinete y ex compañero de la Alianza, lo nieguen mientras reconocen la “buena onda” que hay entre ambos espacios. Con Bullrich desembarcarían otros dirigentes de la CC, al igual que desde la UCR, que –según especulan en Pro– quedará maltrecha luego de los comicios. Allí, los buenos vínculos de Michetti con Ernesto Sanz y Oscar Aguad podrían servir de nexo. “Siento que hay muchos dirigentes de distintos partidos que tienen muchas ganas de juntarse y trabajar en la reformulación del sistema político”, afirmó Michetti a LA NACION.

Candidatos de peso Por el lado del peronismo, ya es un hecho que el cordobés Eduardo Mondino, candidato a diputado nacional compartido con el duhaldismo, será uno de los referentes de esa provincia para la próxima etapa. Y nadie descarta un acuerdo futuro con el entrerriano Jorge Busti, aunque en octubre el candidato a gobernador de Pro en esa provincia será Armando “Mandy” Saliva. Del duhaldismo suena la bonaerense Claudia Rucci, que se resiste a formar parte de un eventual bloque peronista junto a dirigentes con el prestigio cotizando en baja. Mientras Michetti aparece como la candidata más taquillera para intentar ganar dos bancas en el Senado por la ciudad de Buenos Aires en 2013, y muchos confían en Miguel del Sel para encabezar la lista de diputados nacionales por Santa Fe en esa fecha, la provincia de Buenos Aires sigue siendo un enigma. Con el vínculo entre Macri y Francisco de Narváez reducido a su mínima expresión, muchos macristas confían en atraer a mediano plazo a algún “kirchnerista enojado” con la zanahoria de un mayor protagonismo. Otra opción es la de catapultar a Jorge Macri, si es que el actual diputado provincial vence o pierde por poca diferencia ante Enrique “Japonés” García la intendencia de Vicente López. “Habrá muchos presidenciables que van a quedar afuera, y la bonanza económica no durará para siempre”, se esperanzan en Pro. Sergio Massa, el joven intendente kirchnerista de Tigre, es hoy una quimera inalcanzable, pero nunca deja de estar en la consideración de la primera línea del macrismo. “Tenemos que jugar a fondo en 2013”, repiten cerca de Macri, que piensa en un segundo mandato “con más gestos de apertura” a posibles aliados dentro de la oposición.

Amado Boudou

Boudou acapara espacios para amplificar su poder El ministro buscará influir en el nuevo gobierno, si gana los comicios MARIANA VERON LA NACION Organiza cenas en el quincho del Ministerio de Economía con los intendentes del conurbano; quiere tener un fuerte lazo con los gobernadores a través de su nuevo papel en el Senado; pretende participar de la decisión sobre su sucesor en el Palacio de Hacienda y aspira a un sillón en la mesa de decisión del nuevo gobierno, si Cristina Kirchner triunfa en las próximas elecciones. En medio de una campaña relajada, sin debate y con su guitarra a cuestas, el candidato a vicepresidente, Amado Boudou, asoma como una figura emergente dentro del gabinete, en busca del poder real. “Si lo dejan, va por todo”, dicen de él en la Casa Rosada, conscientes ya de su creciente expansión. El prefiere hablar ante los suyos de una construcción amplia que le permita erigirse en una figura clave para 2015. Boudou maneja como propio tanto el Ministerio de Economía como la Anses. Sus allegados describen a Diego Bossio, director de este último organismo, como el “brazo ejecutor” de Boudou. También puso un pie en el PAMI, de la mano de su creciente amistad con Luciano Di Cesare, un “pingüino” nacido y criado con la vieja guardia santacruceña. Mantiene una relación cordial con el ministro de Planificación, Julio De Vido, a través del secretario privado y mano derecha del santacruceño, José María Olazagasti, que participa de las cenas políticas de Boudou. Además, De Vido fue su padrino en

la preinterna porteña. En su equipo, destacan la buena relación con Débora Giorgi, a quien Boudou ve con buenos ojos para que permanezca en Industria. En su camino de acumulación de poder, el casi seguro vicepresidente suma una relación privilegiada con el sindicalismo de Hugo Moyano y conquistó a los empresarios. Su afán de acaparar espacios lo llevó a hacer equilibrio en las disputas por la conducción de La Cámpora entre Juan Cabandié y Andrés Larroque. Y, aun con pasos desprolijos, puja tanto por afianzarse en el kirchnerismo porteño como en el bonaerense para imponerse como líder territorial. Ese es el nuevo Boudou, el hombre que desde que fue designado por Cristina Kirchner para la fórmula, aparece hoy como el funcionario con más avidez de poder.

El entorno El ministro se mueve con un equipo de colaboradores escaso, que lo acompaña a todos lados. El más influyente es Juan Zabaleta, más conocido como “Juanchi”, subsecretario de Relaciones Institucionales de Economía. Histórico del PJ de Morón, Zabaleta es su operador todoterreno en la provincia de Buenos Aires y nexo, también, con De Vido. Está casado con Carolina Olazagasti, hermana del secretario privado del ministro de Planificación. “Juanchi” conoció a Boudou en la Anses y quienes lo conocen dicen que su gestión de operador es la clave del armado político del candidato. En la Casa Rosada, son varios los que quisieran tenerlo de mano derecha,

dicen, por su capacidad de trabajo. Otro de sus armadores es Miguel Cuberos, marido de Cristina Alvarez Rodríguez, ministra de Infraestructura de Daniel Scioli. También recaló con Boudou desde la Anses, de las épocas de Sergio Massa. Quienes más conocen al ministro dicen que su poder reside en acaparar, sin medir costos. “No le hace asco a nada”, apuntan sus detractores, que no son pocos. En el esquema oficial, uno de los hombres que más resisten su avance es Carlos Zannini, secretario legal y técnico. “Zannini se enfrenta a todo aquel que esté muy cerca de Cristina”, contaron dos fuentes que conocen bien al santacruceño. Lo demostró en el armado de listas porteñas: sólo ubicó a Alejandro Amor, aliado de Boudou y Moyano. El otro eje de la disputa es el ministro del Interior, Florencio Randazzo. En su afán por conquistar a los intendentes, Boudou arma asados con los jefes comunales para quitarle el espacio natural de influencia de Randazzo. Por ahora, en la Casa Rosada sostienen que Cristina Kirchner le dio vía libre. Nadie sabe aún qué papel le dará una vez que asuman. Boudou aspira a mantener un alto perfil, según confiesan sus colaboradores. Dicen que pasará más tiempo en la Casa Rosada que en el Senado. Por supuesto, quiere influir en su sucesor: Bossio o Hernán Lorenzino son sus apuestas. No quiere saber nada con Mercedes Marcó del Pont. Corre con ventaja. Es el único ministro que, de ganar las elecciones, ya tiene asegurado el puesto. El resto está a prueba.

EL ESCENARIO

No está claro que el país resistirá la crisis Continuación de la Pág. 1, Col. 2 tral brasileño debió intervenir en el mercado de futuros del dólar para detener la caída del real, que fue del 17% en lo que va del mes. Hacía dos años que no lo hacía. La pregunta recurrente de quienes observan América latina es hasta cuándo la región estará protegida por la membrana que forman las altas reservas monetarias, el aceptable nivel de deuda y un crecimiento sostenido. Ese blindaje lo provee China. El interrogante, entonces, debe ser reformulado: ¿hasta cuándo China se mantendrá invulnerable al vendaval occidental? El martes pasado, el vocero del ministerio de Comercio chino, Shen Danyang, advirtió que la crisis de los Estados Unidos y Europa podría llevar a fricciones que afecten a las exportaciones de su país. Un rato más tarde, el representante norteamericano de Comercio ingresaba en la OMC una batería de denuncias antidumping contra China. Esta potencia puede ser la cadena que transmita las turbulencias del mundo desarrollado –Estados Unidos y Europa– a los exportadores de commodities. En otras palabras, los chinos están en condiciones de globalizar una crisis que hasta ahora estuvo encapsulada en las economías avanzadas. La casa Morgan encendió la luz de alarma el viernes pasado, cuando advirtió a sus clientes que Europa entrará en recesión en el último cuarto de este año hasta, por lo menos, mediados de 2012. La reunión del Fondo celebrada este fin de semana en Washington estuvo recorrida por un susurro: para los efectos prácticos, Grecia ya entró en default –sólo tiene recursos para los

vencimientos de los próximos tres meses— y dejó herido al sistema bancario europeo, sobre todo al francés. Estados Unidos y Europa son los receptores del 40% de las exportaciones de los países emergentes. Si esas dos economías entran en recesión, China crecerá menos y afectará el precio de las commodities. Este es el riesgo latinoamericano que perciben los mercados y que Rousseff no se animó a pronunciar.

Tempestad La tempestad encuentra a la Argentina en una situación inconveniente. A los enigmas del contexto, se agrega la incertidumbre que siembra Cristina Kirchner. Si bien la Presidenta adelantó que corregirá algunas desviaciones económicas, hasta ahora ofreció pocas señales sobre cómo piensa hacerlo. Y las que ofrece aumentan la inquietud. El Gobierno intentó conjurar la restricción en la oferta de dólares obligando a los importadores a convertirse en exportadores. Ahora, BMW vende vinos en el exterior, y Subaru, alimento para pollos. Puede ser un negocio interesante para quienes les transfieren los contratos. Todo sea para aplacar a Guillermo Moreno. La semana pasada, estas excentricidades llegaron al mercado de cambios. La AFIP envió inspectores a las colas de los bancos, para intimidar a los pequeños ahorristas que compraban divisas. Fue para combatir el lavado de dinero, claro; pero tal vez alimente más la fuga. La mayor extravagancia la está aportando el juez Alejandro Catania con sus pesquisas sobre los informes de inflación. No sólo porque pidió datos sobre periodistas. Con

esa broma de mal gusto, Catania logró disimular una decisión más llamativa, y es que le ha concedido a Moreno que la persecución a las consultoras económicas merecía la apertura de una causa penal. ¿No será una pérdida de tiempo para un juzgado que todavía debe desentrañar cómo fue que los hermanos Juliá volaron a España con una tonelada de cocaína sin que el Estado los detectara? Son las dimensiones orwellianas de un país en el cual el mismo gobierno que elabora el presupuesto con una hipótesis de inflación anual del 9% persigue a economistas por mentir sobre los precios. Esta colección de rarezas explica

El Gobierno buscó la restricción en la oferta de dólares obligando a los importadores a ser exportadores que Morgan Stanley haya anunciado, como informó la agencia Dow Jones, que seguirá excluyendo a la Argentina de su índice bursátil de mercados emergentes por considerarla un mercado fronterizo, como Jamaica, Serbia y Kenya. La misma excepcionalidad se refleja en el índice de riesgo que calcula JP Morgan: es de 915 puntos; sólo lo supera el venezolano, de 1315. El de Brasil es de 256; el de Uruguay, de 266, y el de Colombia, de 225. Ese puntaje no está registrando la eventualidad de una cesación de pagos, sino el nerviosismo por las incógnitas de la gestión económica.

La Presidenta se ha revelado como una maestra del misterio. Hasta sus más íntimos allegados están en ascuas respecto de cómo sostendrá un modelo cuyo rasgo sobresaliente, la inducción al consumo, resulta cada vez más problemático. Ese vacío alimenta la batalla por la conducción del Palacio de Hacienda. El conflicto enfrenta a Amado Boudou con Mercedes Marcó del Pont. Detrás de ellos se alinean dos sectores del empresariado. Adeba, que conduce Jorge Brito y tal vez prefiera a Mario Blejer, postula a Hernán Lorenzino, delfín de Boudou. La UIA levanta a Marcó del Pont, ex asesora del titular de la entidad, Ignacio de Mendiguren. Es un duelo entre conocidos: en la secundaria, Brito tuvo a Mendiguren como celador de disciplina. Que la guerra entre Boudou y Marcó esté cifrada en cuestiones técnicas no quiere decir que no determine grandes negocios. Por ejemplo, la presidenta del Central se niega a operar en el mercado del dólar futuro alegando que sería reducir a cero el riesgo de los bancos. Pero la semana pasada la Casa Rosada la obligó a vender 700 millones en ese mercado. Fue el ministro quien impulsó la orden. La estrategia de Boudou es conocida: compensar la declinante oferta de dólares con endeudamiento externo. El plan está sufriendo varios tropiezos. En Wall Street, el viernes se aventuraba que hoy la Argentina debería pagar una tasa muy alta, acaso del 14%, por colocaciones a 10 años. El acuerdo con el Club de París también podría obturarse. Los Estados Unidos comenzaron a votar contra Cristina Kirchner en los organismos internacionales, como sucedió la semana pasada

en el BID. El bloque MendigurenMarcó va por otro camino. A tono con el “sálvese quien pueda” internacional, pretende instalar la idea de un acuerdo económico y social que proteja a las empresas. Se trataría de seleccionar un listado de sectores para beneficiarlos con un tipo de cambio preferencial. En la UIA no defienden la devaluación nominal. Reciclan un arcaísmo y hablan de crear “espacios internos de rentabilidad”.

Intervención estatal Traducido: utilizar las mil formas de la intervención estatal para proteger determinadas actividades con barreras arancelarias, tecnológicas o fitosanitarias. El de las montadoras de electrónicos sería el envidiable ejemplo por seguir. Este programa esconde un dardo contra Brito: la pretensión de orientar al crédito. Por ahora, el Central sólo ofrece este combate en las licitaciones de Lebac. Cristina Kirchner empezó a paladear algunas de estas ideas, que hacen juego con sus inclinaciones más antiguas. Por estos días, está estudiando un proyecto para privilegiar a las empresas nacionales en las contrataciones con el Estado. Le acercaron el ejemplo de Dilma Rousseff quien, mientras condena al proteccionismo, premia a los proveedores brasileños con una preferencia del 25% en las licitaciones. Ya que se trata de “vivir con lo nuestro”, tal vez la Presidenta debería aprovechar que desde 1963 en la Argentina existe un régimen similar, ideado por el gobierno de José María Guido. Es cierto: su inspirador tal vez no tenga el magnetismo de Rousseff. Fue José Alfredo Martínez de Hoz.

Dispuesto a no dejarse vencer por los contratiempos y las encuestas que lo ubican por debajo de su performance en las primarias del 14 de agosto último, Ricardo Alfonsín cumplió ayer otro acto de campaña, esta vez en la provincia de Entre Ríos. Acompañado por los candidatos a diputados nacionales de Unión para el Desarrollo Social (Udeso) en esa provincia, el candidato presidencial de la UCR pidió a los entrerrianos su voto para “poner freno a los intentos hegemónicos de este Gobierno”. “Estamos trabajando para ganar las elecciones el 23 de octubre, en Cerrito, en Entre Ríos y en el país. No hay solución provincial si no hay solución nacional. Los principales problemas de las provincias dependen de soluciones nacionales”, afirmó Alfonsín. “Tenemos que poner freno a los intentos hegemónicos de este gobierno, y la mejor manera de hacerlo es garantizando una gran elección de la UCR. Nos vamos a arrepentir si esto no ocurre”, agregó el candidato, en el cierre de un acto realizado en el Club Atlético Agrario de la ciudad de Cerrito. Acompañado por el candidato a gobernador de Entre Ríos, Atilio Benedetti, y por intendentes y candidatos a jefes comunales entrerrianos, Alfonsín revalorizó el rol de la UCR en la escena política nacional. “El radicalismo es un partido de valores, no de intereses. Por eso muchos sectores de la sociedad que no quieren que la UCR siga siendo un actor fundamental en la Argentina (...) La suerte de la Argentina no será la misma si la UCR deja de ser un actor central en el escenario

PRENSA UDESO

Alfonsín, ayer en Entre Ríos político nacional. Hay que trabajar y seguir trabajando de cara al 23 de octubre”, repitió el candidato. Luego de inaugurar una plaza con el nombre de su fallecido padre, el ex presidente Raúl Alfonsín, el postulante dejó en claro que intentará convencer al electorado hasta última hora. “Que nadie subestime su esfuerzo militante. Trabajemos todos de cara al 23 de octubre para alzarnos con la mayor cantidad de victorias, en Entre Ríos, en otras provincias y en la Nación también”, dijo Alfonsín. Junto con Alfonsín y Benedetti estuvieron, entre otros, el intendente de Cerrito, Orlando Lovera; el candidato a intendente de Nogoyá, Gustavo Cusinato; el candidato a intendente de Cerrito, Heber Leonardt, y el candidato a diputado nacional Fabián Rogel. Durante esta semana, Alfonsín tiene previsto continuar con la presentación de su programa de gobierno dividido en un centenar de áreas y temáticas, a un ritmo de dos actos cada siete días. Hacia el fin de semana, y junto con su primer candidato a diputado nacional bonaerense Miguel Bazze, el candidato estará en un sitio aún por determinar de la provincia de Buenos Aires, lejos de su aliado y candidato a gobernador, Francisco de Narváez. En relación con el acercamiento y la reunión prevista para mañana de De Narváez con el también candidato presidencial Alberto Rodríguez Saá, en el alfonsinismo intentaron restarle dramatismo a la situación. “Todo lo que sume a nuestro candidato nos va a sumar a nosotros también. Y siempre es mejor que gane De Narváez a que gane [Daniel] Scioli”, explicaron a LA NACION fuentes cercanas a Alfonsín.

Narváez confía en polarizar con Scioli El candidato a gobernador bonaerense Francisco de Narváez se mostró confiado en que las elecciones en la provincia estarán “polarizadas” con el kirchnerista Daniel Scioli. Además, el empresario confirmó que mantendrá nuevas conversaciones con el peronista Alberto Rodríguez Saá.