Bartís.“Se mira al teatro como a un bicho raro”

5 ago. 2014 - ninguna melancolía, me parece que está débil. El teatro alternativo ha avanzado, ha proliferado y se ha ex- pandido muchísimo. Expandido su.
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espectáculos

| Martes 5 de agosto de 2014

Es uno de los referentes de la escena nacional y se organizó un congreso en su honor

Bartís.“Se mira al teatro como a un bicho raro” Viene de tapa

Bartís recalca que, en verdad, hoy su teatro es otro y él también lo es. “Respeto y agradezco esta idea de exhumar el texto. Me alegra, me avergüenza y me da pudor. Siempre miré irónicamente estas cuestiones relacionadas con los homenajes o la idea de la trayectoria, siento que algo se institucionaliza y eso me da pena.” La acción de Postales argentinas se desarrolla en 2043. Buenos Aires ha desaparecido, aunque los escritos del poeta Héctor Girardi pueden rescatarse del lecho seco del Río de la Plata y así se reencontrará con algunas imágenes de un país que ya no existe. Catalogado como un sainete de ciencia ficción, Postales sigue proponiendo una fuerte reflexión sobre la identidad nacional. Y por eso muchos grupos lo siguen rescatando. “Con Pompeyo Audivert éramos muy amigos –recuerda el director– y veníamos trabajando juntos. Armamos el proyecto y la respuesta que obtuvimos fue muy impactante, aun en Europa. Participamos del Festival de Madrid y compartimos programación con Tadeusz Kantor y el grupo Rustavelli de Georgia, por ejemplo, y nos pareció delirante. Las actuaciones de Pompeyo y de María José eran descomunales. El trabajo rompía una estructura definitiva del canon. No porque fuera novedoso, sino porque rescatábamos algunas raíces totalmente contrarias a las modas conceptuales que habían arrasado la actuación criolla: el método, la introspección. Y ahí aparecía, con gran efectividad y poesía, el mundo lúdico de la actuación. Estábamos muy necesitados de discutir y de hablar teatralmente y de fracturar el campo en el que nos veníamos desarrollando. No aceptábamos ninguna herencia, no queríamos quedar colocados en el lugar del varieté. Buscábamos discutir en forma total

el concepto de obra, de narración, la idea de representación.” Le siguieron experiencias también muy provocadoras: Hamlet, la guerra de los teatros; El pecado que no se puede nombrar, De mal en peor, El box, por sólo citar algunos de los proyectos más emblemáticos. En cada uno de ellos, Bartís siguió profundizando su modelo de trabajo, siempre ligado fuertemente a la investigación. La máquina idiota muestra a un grupo de actores muertos que habita un espacio anexo al panteón que la Asociación Argentina de Actores posee en el cementerio de la Chacarita. Van a representar Hamlet, pero, más allá de ese juego delirante, la obra propone un sinnúmero de potentes reflexiones acerca del mundo teatral actual. –Si con Postales argentinas buscabas discutir aspectos de la representación, también lo hacés ahora. Cuestionás temas como los procedimientos, el texto teatral, el valor del autor… –La máquina idiota discute de una manera muy fuerte. Es una máquina que de idiota no tiene nada, es de una lucidez enorme. Establece una discusión poderosa en el plano de lo que sería el campo de la representación. Argentores tiene un eslogan: “Sin autor no hay obra”. Parecería una forma de saldar una discusión que se mantiene desde hace mucho: el lugar canónico del texto en relación con la construcción del espectáculo. Hubo un momento en el que se cuestionaban las experiencias que no partían de textos establecidos. Se miraban como proyectos menores: “Son ejercicios, performances”, decían. En La máquina idiota el personaje que dice ese texto lo hace llorando, está muy angustiada, porque si le sacas el corsé tiene miedo de entrar en el caos. Nosotros no somos alternativos porque no estamos en el

“Todo aquello que uno execra es fundamento de la cultura de la imagen” centro, sino porque utilizamos otra forma de producción, de pensar, de trabajar. –¿Cuál es tu mirada sobre el teatro alternativo actual? –No estoy viendo mucho, porque estoy en las funciones de La máquina. La escena de Buenos Aires, lo digo con simpatía, con cariño y sin ninguna melancolía, me parece que está débil. El teatro alternativo ha avanzado, ha proliferado y se ha expandido muchísimo. Expandido su criterio de producción: agruparse, armarse, ir al ruedo a actuar. Pero eso no determina el lenguaje. Determina una voluntad, una actitud: no esperar más, que es lo que hacíamos hace treinta años, esperar. Por eso con Postales salimos a fracturar. Eso está buenísimo. –Estéticamente los cambios no son muy profundos. –Sigue habiendo una mayor cantidad de actores que de directores. La figura del director-autor a veces aporta mucho y otras debilita el lugar del director. La dirección corre el riesgo de ser ilustrativa, representativa, en relación con otras épocas donde el texto se tomaba como un mero compañero de juego. Respecto de la actuación, se ha perdido lo que teníamos en las formaciones anteriores, mayor expresividad en el campo compositivo, una mayor amplitud en relación con la expre-

RicaRdo PRistuPluk

Homenaje a un creador Arrancó el 23er. Congreso Internacional de Teatro Iberoamericano y Argentino Desde hoy, y durante toda la semana, tendrá lugar el XXIII Congreso Internacional de Teatro Iberoamericano y Argentino en la Biblioteca Nacional, el Museo del Libro y de la Lengua, el Instituto Juan Domingo Perón y el Centro Cultural Paco Urondo. Está dedicado a la trayectoria de Ricardo Bartís y al homenaje de Postales argentinas, el sainete de ciencia ficción con su dramaturgia y dirección que se estrenó hace 25 sión. La actuación se parece mucho a sí misma. Algo que antes se señalaba en el teatro comercial: “Ese actor hace siempre lo mismo”, ahora está pasando en el alternativo. –¿Creés que hace falta mayor reflexión sobre la creación actual? –Es muy difícil. Tengo muchas dificultades de intercambiar porque no tengo mucho tiempo. A la vez hay mucho temor, no se dice la verdad, molesta. Me han criticado por lo que voy a decir, pero observo que hay di-

años en el Sportivo Teatral. Organizado en forma conjunta por Getea y el Centro Cultural Paco Urondo, es un evento que se realiza anualmente con objeto de promover la difusión y el intercambio de investigaciones de todo el mundo sobre el quehacer teatral. Todas sus actividades son de entrada libre y gratuita. Hoy, a las 16.30, habrá un diálogo con el director en Las Heras 2555, y mañana, a las 19, se inaugurará la instalación Postales bartisianas, realizada por Rosana Landa, en 25 de Mayo 221. Habrá, además, charlas, mesas redondas, conferencias y representaciones. La programación puede consultarse en www. facebook.com/geteauba.ß rectores que dirigen tres proyectos por año en el teatro comercial. Entonces pienso: hay una capacidad de lenguaje extraordinaria o una reclusión de las aspiraciones. Tampoco me parece tan mal, digamos la verdad, pero es un teatro preocupado por la producción y no por el lenguaje. No es lo mismo hacer acuerdos de pasión donde no nos une el dinero que acuerdos donde las lógicas de producción y de beneficios están dados por la cercanía al modelo

dominante: “Me llamó Fulano, trabajo con tal, no gano plata pero me van a ver”. También, tengo mucha distancia con lo que he dado en llamar “la modernidad”. Un sector del teatro alternativo que ha enfriado la escena, que tiene un lenguaje que ha reducido muchísimo los altos expresivos de la actuación, que ha creado convenciones en las que no asoman modificaciones. El actor llega de su casa, a los cinco minutos entra en escena y empieza a decir el texto. Es un teatro donde el texto ha capturado los procedimientos lingüísticos en contra de la pulsión, la energía de la pura actuación. Se cambió el modelo. En vez de expandir y permitir que la actuación exprese plenamente su potencia, queda colocada en un lugar irónico, distante, desafectado, como la época. –¿El cambio de modelo implica que hay que cambiar la mirada? –El teatro-teatro como experiencia minoritaria, como expresión poética, es mirado como se mira la poesía, como una cosa rara. ¿A quién jodemos? No tenemos un rango de impacto. Salís a la noche de la clase o del ensayo, vas caminando por el barrio y escuchás la voz de Tinelli que sale de los televisores de los vecinos. Ésa es la teatralidad. Ésos son los cuerpos de los actores, los que hablan de las operaciones de Jésica Cirio, las operaciones de tetas, de culos, el destrozo de esos cuerpos, la deserotización, la vulgaridad, la misoginia, los prejuicios. Todo eso que uno execra es fundamento de la cultura de la imagen. Hay un teatro dominante, aun el teatro culto, que ve con desprecio eso, pero hace un modelo conservador y aburrido. Hay que decirlo. El teatro es aburrido y no dan ganas de ir a verlo. Uno va porque hay que pagar un peaje cultural. No es un lugar al que vas con deseo, con pasión. No te conmueve esa experiencia. Aunque parezca un disparate, las energías que circulaban durante los días del Mundial de fútbol, la tristeza que había el lunes a la mañana, eso es a lo que uno aspira en el teatro. No a la idea de la masividad, que alguien salga distinto, que tenga una experiencia estética. Nosotros no ganamos guita con nuestro proyecto, no nos hacemos famosos, pero nos interesa encontrar alguna sensación afirmativa que nos exprese. Seguimos sosteniendo la idea de la investigación, la experimentación, de ser mejores actores. Si no aparece eso, para qué hago teatro.ß

Barenboim, parte de la WEDO y Argerich, en el escenario del Colón fabián maRelli

Con una entrega sin límites Viene de tapa

Hubo un solo bis: “Traumes-Wirren”, de las Fantasiestücke, de Robert Schumann, que Argerich abordó con una especie de gravedad inmaterial. La segunda parte estuvo enteramente dedicada a Maurice Ravel. Cuando se le preguntaron hace poco las razones por las que había decidido hacer un programa concentrado en ese compositor, Barenboim respondió que la orquesta necesitaba familiarizarse también con el repertorio francés. La música de Ravel tal vez tenga algo que cifra a toda Francia; como decía el filósofo Vladimir Jankélévitch, “la música francesa, ¿no se galla toda entera en la Alborada del gracioso?”. Los progresos de la WEDO son

realmente asombrosos, sobre todo la manera en que la agrupación logra ampliar el repertorio y asimilarlo en sus propios términos. Esto vale no sólo para el conjunto sino para los solistas, entre los que se lucieron especialmente el fagot, el corno, la flauta y el clarinete, no menos que la cuerda, impecable y muy consistente. Esto se notó sobre todo en la versión electrizante de la Rapsodia española, pero también en la levedad aérea de la Pavana para una infanta difunta. El Bolero constituyó un caso aparte; esa especie de tour de force que ya es la pieza misma quedó duplicado cuando Barenboim decidió dirigir la obra con miradas, casi telepáticamente. Entre muchas otras cosas, Bolero admite escucharse también como la breve

Los Guardianes ganan, la taquilla local pierde Como se preveía y a tono con lo que está sucediendo en el resto del mundo, el film Guardianes de la galaxia se convirtió en el más visto del fin de semana con casi 290 mil espectadores. El éxito de los superhéroes planetarios de Marvel –que en los Estados Unidos son considerados los salvadores de la taquilla veraniega– no cambió aquí la notable caída de espectadores de este julio. Comparado con el mismo mes de 2013, se vendieron casi 2,5 millones de entradas menos, lo que se traduce en una reducción de casi 30 por ciento de los

espectadores. Las vacaciones de invierno son tradicionalmente la temporada alta en los cines, un momento de gran recaudación y afluencia de público. Pero esta vez, la merma quizá se explique por la escasa oferta de estrenos: entre los más favorecidos están Transformers 4, que sumó hasta aquí cerca de 1,5 millones de espectadores; El planeta de los simios: Confrontación, que ya fue vista por 790 mil personas en sólo 18 días, y Cómo entrenar a tu dragón 2, que este fin de semana superó el millón.ß

historia de un crescendo, y nadie administra tan bien los crescendi como Barenboim. Ninguna niebla inoportuna enturbia esa naturaleza siempre diáfana de sus lecturas, particularmente necesaria para advertir las filigranas de la escritura orquestal de Ravel. Los bises (entre ellos el preludio de Carmen de Bizet) se mantuvieron dentro del carácter español, tal vez un homenaje a la tierra a la que la WEDO está tan unida. Incluso el último, “El firulete”, en un arreglo de José Carli, que Barenboim, en las únicas palabras que pronunció, presentó con todo cariño, podría dialogar con la “Habanera” de la Rapsodia. A esa altura, el maestro bromeaba ya con los músicos de su orquesta, que después se abrazaron con un conmovedor espíritu de compañerismo.ß

biblioteca nacional

Homenaje a Javier Martínez Hoy, a partir de las 19, en el auditorio Jorge Luis Borges de la Biblioteca Nacional, Agüero 2502, se llevará a cabo el encuentro Javier Martínez celebra 50 años con la música, con entrada libre y gratuita. Así, el colectivo La Nave de los Sueños homenajeará a uno de los artistas más importantes del rock local, con una charla con el legendario compositor, baterista y cantante del grupo Manal, que promete contar con invitados especiales. Además se presentará el libro Yo soy Buenos Aires: conversaciones con Manal Javier Martínez, escrito por su manager y amigo, Fabio Scaturchio.ß