ASAMBLEA GENERAL

manda totalmente injustificada de vincular la indepen- dencia de Namibia a la partida de las tropas internacicna- listas cubanas que están en Angola. 6.
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Naciones Unidas

ASAMBLEA GENERAL TRIGESIMO NOVENO PERIODO DE SESIONES

Documentos Oficiales

80a.

"

Presidente: Sr. Paul J. F. LUSAKA (Zambia).

8E810N PLENARIA Viernes 30 de noviembre de 1984, a las 11 horas NUEVA YORK

apartheid y manteniendo y aumentando, con ataques desde el territorio namibiano, las tensiones en el sur del continente africano. 4. El objetivo de la política colonial de Sudáfrica con respecto a Namibia es prolongar y perpetuar el pillaje de los ricos recursos minerales y naturales namibianos, así como del trabajo y la capacidad de su población, por los monopolios sudafricanos y occidentales, principalmente las compañías multinacionales. Una serie de documentos de las Naciones Unidas y otras fuentes d~muestran claramente que la esclavitud colonial de Namibia produce inmensos beneficios a las compañías sudafricanas, estadounidenses y multinacionales. Otro objeto de la continuación de la ocupación de Namibia es mantener allí una plataforma para lanzar actos de agresión y subversión contra los Estados revolucionarios de Africa, ejerciendo influencia militar en los acontecimientos de toda la región en beneficio del imperialismo mundial. Estos objetivos se procuran sobre todo mediante la militarización de Namibia. Como se sabe, Pretoria ha desplegado en ese Territorio más de 100.000 soldados y mercenarios. Hay un soldado de las fuerzas de ocupación por cada 12 ciudadanos namibianos. Además, las autoridades de ocupación han ordenado conscripciones obligatorias de namibianos para dedicarlos a la represión y asesinato de sus hermanos. Todo esto crea las condiciones para una represión consecuente de los namibianos por medios militares, así como por la policía y el sistema judicial, que está documentada en informes sobre asesinatos, encarcelamientos y deportaciones de los que luchan por los derechos del pueblo narnibiano.

TEMA 29 DEL PROGRA.:'1 A

Cuestión de Namibia (continuación): Informe del Comité Especial encargado de examinar la situación con respecto a la aplicación de la declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales; b) Informe del Consejo de las Naciones Unidas para Namibia; e) Informes del Secretario General

a)

1. Sr. CÉSAR (Checoslovaquia) (interpretación del inglés): La cuestión de Namibia ha aparecido durante muchos años entre los temas más importantes del programa de la Asamblea General, no sólo como el ejemplo más flagrante de colonialismo persistente sino también como fuente de una seria amenaza a la paz y la seguridad en el Africa meridional, con una influencia negativa en la situación general del mundo. 2. El trigésimo noveno periodo de sesiones de la Asamblea General considera esta cuestión en momentos en que ha pasado un siglo desde la infame Conferencia de Berlín. Los últimos 100 años han sido para Namibia un periodo de sometimiento colonial y explotación imperialista pero, al mismo tiempo, de lucha heroica de los namibianos contra los colonialistas y ocupantes en pro de la libre determinación y el pleno desarrollo de su patria. Estas actividades han contado con razón con el apoyo de las Naciones Unidas y de toda la opinión pública progresista del mundo. No hay duda de que esa lucha concluirá con la satisfacción de los derechos, deseos y objetivos del pueblo narnibiano, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional, los ideales de descolonización y los postulados morales de nuestro tiempo.

5. Además de la política de represión dentro de Narnibia, Pretoria ha estado obstaculizando los esfuerzos de la comunidad internacional para resolver la cuestión de Namibia y bloqueando la aplicación de las decisiones pertinentes de las Naciones Unidas. En interés de la estrategia estadounidense en el sur de Africa, ha planteado la demanda totalmente injustificada de vincular la independencia de Namibia a la partida de las tropas internacicnalistas cubanas que están en Angola.

3. Sin embargo, hasta ahora las reivindicaciones justificadas del pueblo namibiano han tropezado con la oposición de los herederos de las ideas de quienes realizaron, hace 100 años, la división colonial de Africa. Los sucesores imperialistas de los participantes de la Conferencia de Berlín desconocen los derechos y aspiraciones legítimas de los namibianos. El régimen de Pretoria ha recurrido a todos los medios posibles para prolongar su ocupación ilegal del Territorio namibiano, haciendo caso omiso del derecho inalienable del pueblo narnibiano a la libre determinación e impidiendo que el pais logre la independencia, despreciando así completamente las decisiones de las Naciones Unidas adoptadas para tal fm. Trata desesperadamente de imponer una solución neocolonialista por medio de un denominado arreglo interno, transfiriendo al mismo tiempo a Namibia las prácticas inhumanas del

6. Los esfuerzos de Pretoria para proseguir todo el tiempo que sea posible la ocupación ilegal de Namibia e imponer modelos na~olonialistas al desarrollo del pais no son casos aislados. No pueden verse separados del apoyo y la cooperación que le dan una serie de Estados occidentales, sobre todo los Estados Unidos de América e Israel, que constituyen una condición esencial que permite al régimen de Pretoria mantener sus posiciones ilegales. Ese apoyo y cooperación están motivados por los intereses politicos, económicos y globáles estratégicos de esos Estados. En desafío del Decreto No. 1 para la protección de los recursos naturales de Namibia 1, promulgado por el Consejo de las Naciones Unidas para Namibia, sus monopolios participan en conjunto con los de Sud· áfrica en el saqueo de los recursos naturales de Namibia y 1525

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en la explotación del trabajo de su población, utilizando la continuación de la ocupación del Territorio para procurar sus objetivos estratégicos y hegemónicos en el continente africano. Esos Estados han desarrollado una amplia cooperación económica con Sudáfrica. Está demostrado en documentos de las Naciones Unidas que violan el embargo declarado por las Naciones Unidas sobre el sU11lÍl1Í5tro de armas a Sudáfrica y que promueven un aumento continuo del potencial militar del régimen racista. Han ayudado a Pretoria a aumentar su potencial militar y nuclear, lo que le permite producir armas nucleares dirigidas primordialmente contra los Estados africanos. Han brindado a Sudáfrica todo tipo de ayuda militar y política. La visita reciente del Primer Ministro Botha a varios países de Europa occidental y los reiterados actos contra la adopción de las medidas que establece el Capítulo VII de la Carta para asegurar la aplicación de las resoluciol..es pertinentes de las Naciones Unidas son ejemplos que ilustran estos hechos. La Potencia que viola el derecho internacional y pone en peligro la seguridad y la paz en el Africa meridional está asi respaldada por fuerzas que buscan desestabilizar la situación mundial, intensificando la carrera de armamentos y aumentando con su conducta el peligro de un conflicto nuclear. 7. No se puede lograr una solución justa y perdurable de la cuestión namibiana y de toda la situación imperante en el Africa meridional sin la aplicación inmediata e incondicional del derecho del pueblo namibiano a la libre determinación y sin la consecuente eliminación de todos los vestigios d::l colonialismo, el neocolonialismo y el racismo de la región. La responsabilidad por el fracaso de los largos esfuerzos por resolver la cuestión namibiana corresponde inequívocamente a la política del Gobierno de Sudáfrica y al apoyo y asistencia que le conceden los Estados Unidos y otros países imperialistas. 8. La forma de poner término a los sufrimientos del pueblo namibiano y lograr su libertad e independencia está delineada de manera precisa en las decisiones de las Naciones Unidas, principalmente en las resoluciones 385 (1976), 435 (1978) y 539 (1983) del Consejo de Seguridad. Es imperativo que dichas decisiones sean puestas en práctiCll sin demora y que se fortalezca el papel de las Naciones Unidas en su aplicación. Es necesario rechazar ahora, al igual que antes, todos los intentos por vincular la descolonización de Namibb con cuestiones irrelevantes o con cualquier otra exigencia. Deben aplicarse las sanciones previstas en el Capitulo VII de la Carta con el propósito de obligar al régimen de Pretoria a que satisfaga los legitimos anhelos del pueblo namibiano, de las Naciones Unidas y de la comunidad internacional.

única representante auténtica del pueblo namibiano. Consideramos que la necesidad de que se ponga término a los crímenes cometidos contra los namibianos y se asegure la verdadera independencia de ese país constituye una tarea extraordinariamente importante, cuyo cumplimiento no puede demorarse más. 11. Sr. MACIEL (Brasil) (interpretación del inglés): En 1984 hemos presenciado una serie de acontecimientos que generaron tanto esperanza como frustración en lo que se refiere a la cuestión de Namibia. Es innegable que las conversaciones destinadas a disminuir la tirantez en el Africa meridional pueden servir al propósito de allanar el camino para la realización de elecciones libres en Namibia. Por este motivo, hemos seguido con especial interés las conversaciones entre Sudáfrica y algunos de los Estados de primera linea -en particular Angola-, que en nuestra opinión pueden desempeñar un papel importante en el establecimiento de las condiciones adecuadas para la aplicación del plan de las Naciones Unidas para la independencia de Namibia. El Brasil sostiene que el resultado de esas negociaciones no debe ser utilizado indebidamente por Pretoria para justificar nuevas demoras en la aplicación d,~ la resolución 435 (1978) del Consejo de Seguridad. 12. La demostración final de la buena voluntad empleada en las recientes reuniones relativas a la cesación de las hostilidades en el Africa meridional corresponde ciertamente a Pretoria, que constantemente se ha negado a acatar las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas. 13. Durante el debate general realizado este año, escuchamos numerosas declaraciones en favor de la resolución 435 (1978) del Consejo de Seguridad y renovadas expresiones de apoyo al pueblo namibiano y su legítimo representante, la SWAPO. Es importante tener en cuenta que la independencia de Namibia sigue siendo uno de los objetivos comunes no concretados por las Naciones Unidas y que, por lo tanto, todo nuevo aplazamiento de las medidas fmales para aplicar la autodeterminación en el Territorio sería inaceptable. 14. Usted, Señor Presidente, declaró, en su alocución del 18 de septiembre: "la agonia y los afanes del pueblo namibiano continúan" ... y que "es esencial que cooperemos en la intensificación de nuestros esfuerzos para acelerar la puesta en práctica del plan de las Naciones Unidas, con miras a permitir que el pueblo de Namibia goce de la libertad e independencia que merece" [la. sesión. párr. 74]. Su opinión es compartida por el Gobierno brasileño, que desea mantener su apoyo al pueblo namibiano y a sus representantes.

9. La República Socialista Checoslovaca apoya plenamente todas las medidas eficaces que conduzcan a una terminación inmediata e incondicional de la ocupación ilegal de Namibia y a la concreción del derecho del pueblo namibiano a la libre determinación e independencia, sobre la base del mantenimiento de la unidad e integridad territorial de Namibia, incluyendo Walvis Bay y las islas situadas cerca de la costa namibiana. Tomamos nota con reconocimiento de las negociaciones y conclusiones del Consejo de las Naciones Unidas para Namibia, que bajo su dedicada dirección, Señor Presidente, trata constantemer.te de lograr estos objetivos.

15. En este contexto, permítaseme mencionar el seminario para dirigentes de !a SWAPO, organizado por el Consejo de las Naciones Unidas para Namibia y el Centro de las Naciones Unidas sobre las Empresas Transnacionales, sobre la experiencia brasileña en relación con las empresas transnacionales, reunión de la que nuestro país tuvo el honor de ser sede en Río de Janeiro, en septiembre último. En esta instancia, también deseamos rendir homenaje a aquellas organizaciones que participaron en las reuniones dedicadas a esta cuestión.

10. Damos nuestro apoyo imne y total a la valiente lucha del pueblo namibiano, encabezado por la SWAPO, la

16. En todas las oportunidades, la comunidad internacional ha indicado claramente que, además del derecho inalienable a la independencia, el pueblo namibiano. que

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se ene"Jentra bajo la ocupación ilegal sudafricana, también tiene derecho al apoyo moral y material. En este sentido, siempre debemos recordar que detrás de los fracasos diplomáticos se encuentra la frustración de ese pueblo. 17. El Brasil ha alentado constantemente al Secretario General en la tarea de garantizar las condiciones que conduzcan a la celebración de elecciones libres y justas en Namibia, bajo la supervisión de las Naciones Unidas. El Consejo de las Naciones Unidas para Namibia también realiza esfuerzos para obtener contribuciones en apoyo de la SWAPO y el puetJlo que representa. En 1984, el Consejo mantuvo consultas con algunos países europeos, el Parlamento Europeo y la Comisión de las Comunidades Europeas. En el informe del Consejo [A/39/24] observamos con agrado, por una parte, que existe una creciente comprensión de las aspiraciones del pueblo de Namibia. No obstante, por otra parte, lamentamos que en algunos casos resulte todavía difícil esperar una posición común y firme con respecto a la tarea de asegurar una independencia pacífica en Namihia. 18. Apoyamos las opiniones del Consejo de las Naciones Unidas para Namibia en cuanto a la importancia de mantener un estrecho contacto con aquellos Estados que pueden ejercer una influencia positiva en lo que se refiere a la resolución 435 (1978) del Consejo de Seguridad. En este sentido, expresamos nuevamente nuestra convicción de que niI'¡;1Ín interés extraño debería obstaculizar la pronta concreción de la independencia por el pueblo de ese Territorio, de conformidad con dicha resolución, que consideramos totalmente válida. 19. Un aspecto que la delegación brasileña desea destacar se encuentra reflejado en un documento de trabajo del Comité Especial encargado de examinar la situación con respecto a la aplicación de la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales, donde dice que: "La cuestión de Namibia ha sido y continúa siendo una cuestión de descolonización y debe tratarse y resolverse de conformidad con las disposiciones de la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales y demás resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas"2. Estamos de acuerdo con esa opinión. Apoyamos también el criterio de que todo intento de presentar a la cuestión namibiana como parte de un enfrentamiento entre el Este y el Oeste es contrario a la voluntad de la comunidad internacional, tal como está reflejada en la posición adoptada por las Naciones Unidas, y sólo podría tener por efecto demorar aún más la independencia de Namibia. 20. Creemos que ha llegado el momento de que en voz alta manifestemos un mensaje categórico contra las maniobras dilatorias del Gobierno sudafricano, a quien corresponde la obligación de responder a los signos de flexibilidad ya demostrados por otras partes interesadas en esta cuestión. El fracaso en cuanto al logro de una rápida independencia para Namibia sería una sombra más, entre otras, sobre la conmemoración del cuadragésimo aniversario de las Naciones Unidas. 21. Sr. OTT (República Democrática Alemana) (interpretación del inglés): Hace 100 años que comenzó la ocupación colonial y la expiotación de Namibia por la invasión de tropas colonialistas alemanas imperialistas. Es bien sabido que en 1918, después de la primera guerra

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mtlDdial, Sudáfrica desempeñó el papel de opresor colonial directo de lo que entonces era el Africa Sudoccidental. y hasta hoy, el régimen, en arrogante y hasta ahora impune provocación de las Naciones Unidas, no ha querído abandonar la ocupación ilegal del Territorio y conceder al pueblo namibiano la independencia. El capitulo de la historia colonial no ha terminado todavía para ese país. Namibia se ha convertido en un símbolo de la polftica imperialista más inhumana; pero también en el símbolo de la voluntad inquebrantable de un pueblo oprimido de lograr su independencia. 22. Está plenamente justificado que la cuestión de Namibia reciba la más alta atención aquí en sesión plenaria, así como también en otros órganos de la Asamblea General. Hay muchas iniciativas útiles puestas en práctica por la Organización, todas ellas encaminadas a terminar ese estado de cosas intolerable; es decir, la subyugación colonial del pueblo de Namibia, que dura ya todo un siglo. Una de las recientes actividades de este tipo, organizada por el Consejo de las Naciones Unidas para Namibia, fue el Simposio sobre un siglo de heroica lucha del pueblo namibiano contra el colonialismo, lucha que prosigue aún de la misma manera que continúa la ocupación, celebrado en Nueva York del 31 de octubre al2 de noviembre. El "Llamamiento a la acción", contenido en el documento final aprobado en la sesión de clausura del Símposio], indica claramente los obstáculos que traban la concesión de la independencia a ese país. Al mismo tiempo, muestra dónde deben orientarse las medidas que tomar. Un plan adecuado subraya la plena responsabilidad de las Naciones Unidas para la solución del problema y la necesidad de rechazar todos los intentos de los Estados Unidos y de Sudáfrica de hacer caso omiso de la Organización. Los participantes en el Simposio pidieron que el Consejo de Seguridad tomara medidas estríctas contra Pretoria. El documento fmal también señala las posibilidades que existen de fortalecer el papel del Consejo de las Naciones Unidas para Namibia. La Repúhlica Democrática Alemana valora debidamente el Simposio por ser una reunión que enaltece las actividades del Consejo, y apoya, sin reserva alguna, las posiciones y recomendaciones contenidas en el documento aprobado. 23. Con frecuencia se ha contestado a la pregunta de por qué el régimen racista de Pretoria es capaz de hacer caso omiso de todas las resoluciones de las Naciones Unidas relativas a la solución del problema de Namibia. De haberse dejado sola a Sudáfrica, hace mucho tiempo que se habría visto forzada a poner fm a la ocupación ilegal, pese a su poderío, ecnnómico y militar, Y el representante de una Namibia independiente tendría aquí su legítimo escaño entre los Estados Miembros de las Naciones Unidas. El que no haya sido así se debe solamente a los poderosos intereses económicos y estratégicos globales que han puesto en juego los Estados Unido:; y otros Estados occidentales, declarados amigos del régimen de Pretoria. La condena verbal de la política de Sudáfrica no puede oscurecer ESa realidad. 24. Mi delegación está profundamente preocupada por la intención de los círculos imperialistas de aceptar el curso seguido por Pretoria, que tiene por fmalidad la hegemonía regional, en su política global de enfrentamiento y de acumulación de armac;. Al respecto Namibia desempeña un papel fundamental. Su territorio es todavía el punto de partida de las agresiones sudafricanas, de los actos

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de desestabilización y del terrorismo estatal contra los Estados vecinos. Esto es lo que hace más urgente la solución del problema, toda vez que no se trata simplemente de un aspecto de la descolonización, sino que se trata de eliminar de una vez para siempre una fuente peligrosa de amenaza para la paz y la seguridad; y no solamente de esa región. Dentro de esta perspectiva, mi delegación valora las recientes propuestas formuladas por la República Popular de Angola [A/39/688]. Estas representan una expresión constructiva del deseo del Gobierno angoleño de alcanzar una solución rápida y justa a la cuestión de Namibia sobre la base de las pertinentes resoluciones de las Naciones Unidas, para de esta manera conseguir una paz perdurable en la región. 25. Sabemos que la ejecución de las propuesr.as requiere que todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas actúen decididamente. Ahora como antes, estamos ante el hecho de que Pretoria y sus más intimos aliados fijan precondiciones para garantizar la independencia de Namibia, que nada tienen que ver con el problema. 26. Um¡ de tales precondiciones es la demanda de que se retiren las fuerzas C"banas de Angola. Esta vinculación, que representa una rlagrante injerencia en los asuntos internos de Estados soberanos, tiene que ser considerada como parte de la política racista de desestabilización, y como otra forma de los muchos años de luchas contra el progreso social de la región. Su propósito es lograr la aceptación incondicional de los intereses del imperialismo y destruir los movimientos nacionales de liberación. 27. Ya he señalado el factor económico que constituye también una de las causas que retrasan la justa solución del problema de Namibia. Los inmensos tesoros de ese país cOIlft.huyen una fuente provechosa de materias pri.· mas para t:~ imperialismo. Los recursos humanos y naturales de Narnibia son explotados sin escrúpulo alguno por el capital sudafricano y las empresas occidentales tienen el campo libre para someter a pillaje los recursos minerales. Como ha quedado ilustrado claramente en un informe del Consejo de las Naciones Unidas para Namibia, de fecha 4 de abril de 1983~, tales empresas tienen su sede sobre todo en los Estados Unidos, en Gran Bretaña, en la República Federal de Alemania y otros Estados occidentales. Todo esto es contrario a las resoluciones y decisiones aprobadas por el Consejo de Seguridad y por la Asam""lea General. El Decreto Nc. 1 para la protección de los . ~ursos naturales de Namioia 1, promulgado por el Cons:jo de las Naciones Unidas para Namibia en 1974, es sist lmáticamente desconocido. Lejos de dejarse impresion!U' por el Decreto, y con la connivencia de los Gobiernos de sus países de origen, las empresas multinacionales intensifican el pillaje de Namibia. 28. Por consiguiente, ¿cómo puede nadie sorprenderse por la amplia ayuda que el régimen de Pretoria recibe de los Estados Unidos, de otros Estados occidentales y de Israel? La colaboración en las esferas militar y nuclear que, pese a la resolución 418 (1977) del Consejo de Seguridad, sigue creciendo es motivo oe especial preocupación. 29. En tales condiciones externas de hostilidad, los Estados de primera línea libran una lucha persistente para afianzar su independencia y lograr la paz y la seguridad en la región. La República Democrática Alemana apoya todas las medidas de los F~acífico, sobre todo el de vincular la in~,"pen­ dencia de Namibia con la retirada de las fuerzas cubanas de Angola.

68. Este afio nuestro debate sefiala también la gravedad del hecho de que el colonialismo en Namibia ha durado ya 100 años. La continuación de la ocupación ilegal de Namibia por el régimen sudafricano sigue siendo el reto más vergonzoso de colonialismo al acercarnos a la última cuarta parte del siglo XX, a pesar de que ese mal ya fue erradicado de la mayoría de las regiones del mundo.

63. Mientras Sudáfrica persIste en su actitud intransigente, Angola trata activamentr y con perseverancia de presentar soluciones objetivas y flexibles destinadas a aplicar la resolución 435 (1978) del Consejo de Seguridad. Esas soluciones figuran en una ..:arta, de 17 de noviembre de 1984 [A/39/688j, Yesperamos que las sugestiones que ahí se hacen permitirán intensificar los esfuerzos para acelerar la independencia de Namibia.

69. En esta ocasión solemne en que entra en su centenario la lucha nacional por la libertad que libra el pueblo valiente de Namibia, la comunidad internacional debe dar nuevo vigor a sus esfuerzos por obligar al régimen desafilmte de Sudáfrica a escuchar los pedidos de la Asamblea de que renuncie de inmediato a su ocupación ilegal e inmoral de Namibia. Nuestros hermanos namibianos merecen también un homenaje por su compromiso profundo y constante con los elevados ideales de la libertad, la libre determinación y la independencia que han demostrado durante sus 100 años de lucha resuelta contra la subyugación colonial.

64. Como no se ha alcanzado una solución sobre la cuestión de Namibia, es necesario que la comunidad internacional redoble los esfuerzos para ayudar a ese país a alcanzar su independencia y dar apoyo moral y material a la SWAPO, la única legítima representante del pueblo namibiano. Además, hay que tomar todas las medidas drásticas que sean necesarias para poner fin a la intransigencia del 1égimen de Pretoria, que persiste en sus prácticas represivas contra el pueblo namibiano y en negarle su derecho a liberarse de la esclavitud. Este es el gran desafio lanzado a la comunidad internacional y ella debe aceptarlo. Hay que redoblar los esfuerzos, por lo tanto, para alcanzar una rápida y justa solución de la cuestión para que el pueblo de Nalni~iaobtenga su independencia y libertad. 65. Es para mi un honor expresar la admiración de mi pais por la resistencia de los Estados de primera línea africanos que están soportando una carga cada vez más pesada y enfrentando a un régimen racista y sin ley que sólo conoce el lenguaje del terror y de la agresión. Les felicitamos por su lucha y por los esfuerzos que despliegan contra esas fuerzas ciegas. Nuevamente aseguro a esos paises que ellos se beneficiarán con el apoyo enérgico y firme del Sudán hasta que triunfen el derecho y la justicia, el estandarte de la libertad flamee al sur de nuestro continente africano y hayan desaparecido las últimas fuerzas del colonialismo. 66. Aprovecho igualmente esta oportunidad para rendir un homenaje al Consejo de las Naciones Unidas para Namibia -ese Consejo que representa la autoridad y la responsabilidad de las Naciones Unidas- por los esfuerzos que despliega y por los programas que lanza para cumplir sus obligaciones con respecto a Namibia. Mi pais también aprecia los esfuerzos del Comité Especial encargado de examinar la situación con respecto a la aplicación de la Declaración sobre la concesión de la independencia a los paises y pueblos coloniales, y le desea pleno éxito en su noble tarea. 67. Sr. N. A. KHAN (pakistán) (interpretaci6n del inglés): Señor Presidente, tal vez ninguno de los presentes en esta sala es..é tan familiarizado con la cuestión de Namibia como usted mismo. Usted ha guiado con gran capacidad y dedicación la labor del Consejo de las Naciones Unidas para Namibia durante varios años, y ha demostrado así su compromiso profundo y decidido con la causa de la libertad y la independencia para el pueblo desafortunado de Namibia. Por lo tanto, nuestro examen este año de la cuestión de Namibia bajo su dirección personal reviste un significado muy especial.

70. En particular, mi delegación desea saludar al Sr. Andimba Toivo ya Toivo, Secretario General de la South West Mrica People's Organization, quien se encuentra aquí entre nosotros este año tras haber sufrido 16 largos años de cautiverio en las mazmorras sudafricanas. La presencia este afio del Sr. Toivo ya Toivo en Nueva York constituye un elemento más que da intensidad especial a nuestro debate sobre la cuestión de Namibia en el presente período de sesiones. 71. La lucha prolongada y ardua de los namibianos bajo la competente dirección de la SWAPO ha continuado con decisión y vigor desde que examina.-nos esta cuestión por última vez. Al mismo tiempo, las maquinaciones engañosas del régimen racista sudafricano han continuado frustrando los esfuerzos de la comunidad internacional para ayudar a que Namibia alcance su independencia. Se recordará que el año pasado el Secretario General informó a la Asamblea que"Jamás en el pasado hemos estado tan cerca de dar carácter concluyente a las modalidades para la aplicac.ón de la resolución 435 (1978)" . 72. Aunque ha transcurrido más de un año, quizás estamos tan lejos como hemos estado siempre de la aplicación del plan de las Naciones Unidas para la independencia de Namibia aprobado en la resolución 435 (1978). Evidentemente, la decisión sudafricana de obstaculizar la aplicación del plan y demorar la independencia de Namibia no puede seguir engañando a ningún observador de la cuestión. 73. En el curso del año que estamos examinando, los esfuerzos de Sudáfrica por eludir el plan de las Naciones Unidas fueron p:aticularmente manifiestos. En una medida destinada claramente a hacer caso omiso de las Naciones Unidas, el Primer Ministro Botha de Sudáfrica propuso en marzo de este año una conferencia regional de paz sobre Namibia, con la participación de la SWAPO, la Conferencia Multipartidaria, Angola y la facción UNITAS. Dado que la propuesta de Pretoria no mencionaba ningún papel para las Naciones Unidas, fue rechazada atinadamente por Angola y la SWAPO. En una conferencia ulterior de todas las partes sobre la aplicación de una cesación del fuego y un arreglo relacionado con la independencia de Namibia de conformidad con el plan de las Naciones Unidas, conferencia que tuvo lugar en Zanlbia por

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invitación del Presidente Kenneth Kaunda, la intransigencia de Sudáfrica dio c(":no resultado el fracaso de las conversaciones. El mismo destino tuvo una reunión posterior entre la SWAPO y representantes sudafricanos en Cabl.. Verde. 74. La actitud de Sudáfrica de abierto desafío de las resoluciones de las Naciones Unidas sobre la cuestión de Namibia se debe en gran medida al hecho de que Sudáfrica contiIiú~ gozando del apoyo político y material de algunos países occidentales y de que se la ha protegido, una y otra vez, contra medidas eficaces por parte del Consejo de Seguridad. La defensa de la libertad exige que el desafío de Sudáfrica sea encarado con firmeza y que a Sudáfrica se la obligue a respetar la resolución 435 (1978) del Consejo de Seguridad y a ccnperar con su aplicación. 75. Contemplamos con interés la iniciativa más reciente en que participan los Estados Unidos, Angola y Sudáfrica. Esperamos que acerque el objetivo de la independencia de Namibia. Sin embargo, seguimos convencidos de que no tendrá valor real todo esfuerzo que no imponga una presión significativa sobre Sudáfrica o que se desvíe considerablemente de la letra y el espíritu de la resolución 435 (1978). 76. El argumento básico de Sudáfrica contra la aplicación del plan de las Naciones Unidas es su bien conocida insistencia en el retiro de las tropas cubanas de Angola como condición previa a la aplicación de la resolución 435 (1978). La presencia de soldados cubanos en Angola es una cuestión totalmente ajena que no deberla tener nada que ver con la cuestión de la independencia de Namibia. Esta cuestión nunca se planteó cuando se elaboró el plan de las Naciones Unidas para Namibia con la cooperación de los cinco países occidentales del Grupo de Contacto. 77. Además, Angola no representa ninguna amenaza a la seguridad sudafricana; realmente, es todo lo contrario, pues es Sudáfrica, con la fuerza de su vasta maquinaria militar, la que plantea una amenaza constante a sus vecinos. En diversas ocasiones ha atacado a Estados vecinos con impunidad y se ha arrogado el derecho de emprender esas acciones agresivas dondequiera y cuando lo desea. El argumento de que la insistencia de Sudáfrica deriva de sus preocupaciones de seguridad lo niega su propia conducta. Además, Sudáfrica sigue aplicando un programa de militarización, que ahora hasta incluye la capacidad de armas nucleares y representa una amenaza no sólo para la región sino también para la paz y la seguridad internacionales. 78. En la propia Namibia, Sudáfrica ha creado ejércitos tribales y ha recurrido al uso de mercenarios que han transformado el Territorio en una virtual guarnición, con un soldado por cada 10 namibianos. Continúa su campaña de terror dentro del Territorio contra civiles inocentes, una campaña caracterizada por el hostigamiento constante, la tortura -que a menudo conduce al asesinato a sangre fría-, el desplazamiento de comunidades enteras y otras prácticas inhumanas. Así, pues, Namibia es aún la víctima indefensa de la opresión y la represión despiadadas. Como si esto fuera poco, Sudáfrica también sigue dedicándose al pillaje al por mayor de los recursos naturales de Namibia. 79. En este centenario de la continua subyugación de Namibia bajo el yugo del colonialismo, la comunidad in-

ternacional debe decidir ahora actuar en forma decisiva y negarse a permitir que continúe por más tiempo la situación intolerab•. en Namibia. El Consejo de Seguridad debe adoptar medidas para asegurar la aplicación de su resolución 435 (1978) sin demora y, en caso de continuar la intransigencia de Sudáfrica, debe imponer sanciones amplks y obligati>rias en virtud del Capitulo VII de la Carta de las Naciones Unid~. 80. En lo que al Pakistán se refiere, mi delegación ha hecho todos los esfuerzos posibles por acelerar la accesión de Namibia a la independencia, tanto en su calidad de miembro del Consejo de Seguridad como del Consejt> de las Naciones Unidas para Namibia. El pueblo del Pakistán, que también sufrió la subyugación colonial, tiene un compromiso firme con la lucha de los pueblos por la libre determinación y la independencia y se enorgullece de haber desempeñado un papel modesto en el progreso de la causa namibiana desde el día en que las Naciones Unidas asumieron la responsabilidad directa por el Territorio. Estamos fmnemente convencidos de que la justicia inherente de la lucha de liberación namibiana asegurará su triunfo definitivo. Estamos convencidos también de que el día de la independencia de Namibia está más cerca que nunca. 81. Sr. AL-SABBAGH (Bahrein) (interpretación del árabe): En nombre del Estado de Bahrein tengo el placer de manifestar nuestro profundo agradecimiento al Canse·· jo de las Naciones Unidas para Namibia y a su Presi(lent~, por sus continuos y dedicados trabajos y esfuerzos. También quisiera rendir homenaje al Secretario General por sus incansables esfuerzos para encontrar soluciones a los complejos problemas mundiales que enfrentan las Naciones Unidas y la comunidad internacional, problemas que necesitan soluciones fmales y justas y entre los cuales, naturalmente, se encuentra la cuestión de Namibia. 82. No podemos dejar de expresar nuestra completa solidaridad con el pueblo de Namibia en su justa lucha, bajo el liderazgo de la SWAPO, para lograr la completa independencia nacional y una Namibia libre y unida. 83. El año 1984 marca el centésimo aniversario de la lucha del pueblo namibiano contra el colonialismo, la opresión, la injusticia, el hambre y el retraso económico. Casi todos los pueblos del mundo se han librado de la esclavitud y la opresión después de la terminación del colonialismo y debido a la creciente interacción de los pueblos, a medida que las distancias entre las diversas partes de la Tierra continúan reduciéndose. 84. El luchador pueblo de Namibia aspira a lograr su independencia y sus derechos básicos después de poner fm a la discriminación racial. Los pueblos del Africa meridional, en particular, han sufrido y continúan sufriendo esa abominable forma de discriminación, que no debe tener lugar en un mundo que aspira a la libertad, la justicia y la igualdad. 85. La Asamblea General, el Consejo de Seguridad, el Consejo de las Naciones Unidas para Namibia y la Conferencia Internacional en Apoyo de la Lucha del Pueblo Namibiano por la Independencia, realizada en París del 25 al 29 de abril de 1983, pidieron que se pusiese fin a 13 política opresiva y agresiva del Gobierno sudafricano y a sus violaciones de los derechos humanos en Namibia, y

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que se garantizara a su pueblo sus derechos civiles, ecoñomicos, sociales y políticos. En 1978, el Consejo de Seguridad aprobó la resolución 435 (1978), que constituy: una buena base para lograr un arreglo justo y pacífico de la cuestión de Narnibia y una garantia para la aplicación del plan de las Naciones Unidas, orientado a la celebración de elecciones libres e imparciales en Namibia, bajo los auspicios de las Naciones Unidas, lo que les permitiría asumir su responsabilidad directa con respecto a Narnibia. 86. El Grupo de Contacto occidental, compuesto por los Estados Unidos de América, el Reino Unido, Francia, la República Federal de Alemania y Canadá, debe proseguir con su iniciativa de paz por los medios politicos y pacíficos disponibles y posibles, y ]a comunidad internacional tiene el deber de actuar rápidamente para contener esta explosiva situación de conflicto. Las Naciones Unidas tienen ]a obligación moral, histórica y política de resolver este peligroso conflicto. Es necesario ae. ¡ltar una rápida acción para presionar verdaderamente sobre Sudáfrica, a fin de lograr la aplicación de las pertinentes resoluciones de] Consejo de Seguridad. 87. Todos los que estamos aquí debemos garantizar y respetar los derechos humanos a fin de satisfacer las aspiraciones del hombre y ayudarlo a recobrar su libertad y su dignidad. Las Naciones Unidas tienen una especial responsabilidad debido a su carácter internacional y juridico. 88. Mi Gobierno condena la política racista de Sudáfrica, su persistencia en ocupar al Territorio de Narnibia, su continua negativa a cumplir las resoluciones de las Naciones Unidas, así como su obstrucción de cualquier esfuerzo constructivo internacional tendiente a alcanzar una solución pacífica de este problema y poner fm ala ocupación ilegal de Narnibia. Los sostenidos esfuerzos de las Naciones Unidas durante el último año condujeron a la unánime aprobación por el Consejo de Seguridad de la resolución 532 (1983). Por esta resolución el Consejo de Seguridad reafirmó la responsabilidadjuridica de las Naciones Unidas respecto de Narnibia y la responsabilidad primordial del Consejo de Seguridad de asegurar la aplicación de sus propias resoluciones. Thmbién afirmó que el poder tiene que ser transferido al pueblo narnibiano ya los líderes de]a SWAPO, que e] logro de]a independencia de Narnibia y el respeto de su integridad territorial y fronteras nacionales son obligatorios, y que esa independencia no debe ser vinculada con ninguna condición previa imposible, como ]a retirada de las fuerzas cubanas de Ango]a, ya que ello impediría ]a aplicación de] plan de las Naciones Unidas para]a independencia de Narnibia y e] restab]ecimiento de su soberanía. 89. Sudáfrica continúa saqueando las riquezas de ]a Narnibia ocupada y realizando actos de agresión contra Estados vecinos, creando turbulencias, tensión y condiciones inestables en dichos países en desarrollo. 90. Creemos que no será posible ]a paz, e] progreso o e] bienestar en los países de] Africa meridional mientras no se resuelva ]a cuestión de Narnibia sobre bases justas y humanitarias. La continuación de la ocupación ilegal de Narnibia incrementará e] deterioro de]as condiciones económicas y políticas de ]a región y aumentará los focos de tensión y confrontación. 91. La continuación de esta situación creará sentimíentos de frustración, desaliento e incertidumbre. 19ualmen-

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te, ello puede debilitar a las Naciones Unidas y a la fe que la comunidad internacional tiene depositada en ellas. La solución de esta cuestión consolidaría el pape] y ]a eficacia de ]a Organización, que puso término al Mandato de Sudáfrica sobre Narnibia hace 18 años. Hoy, la Organización debe redoblar sus esfuerzos para lograr la independencia de Namibia. 92. Sr. TANASA (Rumania) (interpretaci6n del inglés): Una vez más estamos debatiendo en la Asamb]ea el prob]ema de Narnibia. Han pasado 18 años desde que este órgano puso fin al Mandato de Sudáfrica sobre Narnibia y proclamó e] derecho inalie'lable de su pueblo a la libre determinación, la libertad y fa independencia. La situación hasta ahora no se ha modificado. Namibia sigue ocupada por Sudáfrica y la libre determinación, la libertad y la independencia continúan siendo un sueño para el sufrido y !uchador pueblo de Narnibia. 93. Dieciocho años de esfuerzos de]a comunidad internacional para lograr ]a libertad de Narnibia no han producido resultados. Al mismo tiempo, durante todes estos años ha ido creciendo e] apoyo internacional a ]a justa causa de] pueblo narnibiano. Han sido años en cuyo transcurso, dentro y fuera de las Naciones Unidas, ha aumentado ]a indignación ante ]a agresiva política racista del régimen de ~)retoria. 94. Por cierto, 1.1 situación en el Africa meridional yalrededor de Narnibia ha dado lugar a un sentimiento de profunda preocupación y pesar en los países africanos y en la comunidad internacional. La liberación de Narnibia de ]a opresión colonial ocupa ahora e] primer plano de ]a lucha para eliminar e] colonialismo de ]a faz de ]a tierra. Desde esta tribuna muchos representantes han expresado convincentemente ]a decisión de la comunidad internacional de apoyar ]a lucha por ]a libertad de Narnibia hasta ]a victoria completa. Se subrayó con firmeza que el plan de las Naciones Unidas para ]a independencia de Narnibia sigue siendo ]a única base para una solución pacífica de] problema narnibiano. También se expresó apoyo a ]a continuación de las ]ahores del Secretario General en este sentido y se pidió la aplicación de ]a reso]ución 435 (1978) del Consejo de Seguridad, sin dilación alguna. 95. Se consideró unánimemente que la solución del problema narnibiano era una necesidad vital, no sólo para el propio pueblo de Namibia sinG para todos los del Africa meridional, así como una necesidad urgente para evitar serias tensiones en ]a región y asegurar la paz y la estabilidad internacionales. 96. La posición de las Naciones Unidas con respecto a Narnibia es bien conocida. Las resoluciones y decisiones del Consejo de Seguridad, de ]a Asamblea General y de otros órganos de las Naciones Unidas, incluyendo e] Comité Especial encargado de examinar la situación con respecto a ]a aplicación de ]a Dec]aración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales y el Consejo de las Naciones Unidas para Narnibia, han indicado claramente que Namibia es un Territorio ocupado ilegalmente por Sudáfrica. La presencia de administradores y tropas sudafricanos en Narnibia es contraria a las decisiones de las Naciones Unidas, a la carta de las Naciones Unidas y a las normas del derecho internacional.

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Asamblea Genenll- Trigésimo noveno periodo de sesiones - Sesiones PlenRriu

97. De conformidad con el informe del Secretario General, después de la misión de consultas emprendidas en el Mrica meridional, en sus esfuerzos por asegurar la independencia de Narnibia, se llegó a un acuerdo acerca de la composición de las fuerzas de las Naciones Unidas para fiscalizar la aplicación del plan de las Naciones Unidas. Pero el informe del Consejo de las Naciones Unidas para Narnibia [A/39/24] ha subrayado que Sudáfrica sigue negándose a reconocer el derecho inalienable del pueblo namibiano a la independencia y que la ocupación de Namibia y los actos peligrosos del régimen sudafricano constituyen obstáculos serios para la organización de elecciones libres en Narnibia bajo la supervisión de las Naciones Unidas. 98. Una y otra vez la delegación de Rumania ha recalcado la necesidad de proceder ahora a adoptar medidas vigorosas y radicales para poner fin a la dominación colonialista de Narnibia por Sudáfrica. 99. Como lo ha reiterado en muchas ocasiones en todas las tribunas internacionales, la República Socialista de Rumania expresa nuevamente su completa solidaridad con la lucha de los pueblos africanos por la liquidación completa del colonialismo, la defensa y fortalecimiento de su independencia nacional y el libre progreso en materia económica y social. Dentro de este marco, prestamos todo nuestro apoyo a la lucha del pueblo narnibiano, bajo la dirección de la SWAPO, para que pueda lorgrar su independencia y por la aplicación sin demora de la resolución 435 (1978) del Consejo de Seguridad, relativa a asegurar el acceso de Namibia a la independencia. 100. La posición de s.Jlidaridad militante y de apoyo de Rumania con la justa causa del pueblo narnibiano en su lucha heroica por lograr sin más demora su derecho a vivir libremente en su tierra y su apoyo diplomático, moral y material quedaron reafirmados en términos muy claros por el Presidente Nicolae Ceau~escu desde la tribuna del Decimotercer Congreso del Partido Comunista rumano, celebrado recientemente, cuando destacó que: "Militamos activamente a favor de la independencia de Narnibia y, por 10 tanto, apoyamos completamente la lucha de la SWAPO. Estamos a favor de poner fm a la política racista y de apartheid de Sudáfrica. Consideramos que debe terminar toda injerencia de Sudáfrica en los asuntos internos de los países del Africa meridional. En general, apoyamos plenamente a los pueblos africanos en su lucha para consolidar la independencia y a favor de su desarrollo económico y social". 101. El pueblo rumano considera que el apoyo a la lucha justa del pueblo narnibiano es una noble tarea que surge de su propia historia y de su lucha por la independencia y por los ideales y principios que surgieron en el curso de nuestra propia lucha por la libertad y en el período posterior. 102. En este período de sesiones la Asamblea General tiene en consideración un conjunto de proyectos de resolución, que aparecen en el informe del Consejo de las Naciones Unidas para Narnibia [ibid., cuarta parte]. La aprobación de estos proyectos de resolución por la Asamblea General constituirá una nueva contribución a los esfuerzos continuos de las Naciones Unidas para aplicar su plan tendiente a asegurar la independencia de Narnibia.

103. Para terminar, deseo subrayar que, a juicio de mi delegación, es de suma importancia que todos los países actúen de acuerdo con las estipulaciones de los proyectos de resolución que han de aprobarse, con miras a lograr los resultados deseados. Sólo así contribuirán a poner fin a los sufrimientos del pueblo de Narnibia y lograr la independencia del Territorio. 104. Sr. MOUSHOUTAS (Chipre) (interpretación del inglés): Pocos problemas internacionales que aparecen en el programa de este órgano han sido tan minuciosamente considerados y debatidos por la comunidad internacional en los últimos decenios como la cuestión de Namibia. 105. Desde la terminación del Mandato de Sudáfrica sobre Narnibia, hace 18 años, y la creación del Consejo de las Naciones Unidas para Narnibia, como Autoridad Administrativa legal del Territorio, la comunidad internacional ha apoyadQ unánimemente una Narnibia independiente. Esta unanimidad mundial se ha reflejado en numerosas resoluciones y decisiones de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad, incluyendo las resoluciones 385 (1976) y 435 (1978) del Consejo de Seguridad. 106. Sin embargo, pese a este apoyo abrumador a la independencia del Territorio, el régimen de apartheid de Sudáfrica se niega empecinadamente a acatar sus obligaciones internacionales y, como resultado, no se ha logrado ningún progreso en la realización de los derechos legitimos e inalienables del pueblo narnibiano. En sus esfuerzos por desviar a la opinión pública de los problemas reales involucrados en la cuestión de Narnibia, y a pesar del apoyo claro y unánime de la resolu~ión 435 (1978) del Consejo de Seguridad, que ratifica el plan de las Naciones Unidas para Narnibia, el régimen racista de Pretoria insiste en una vinculación entre la independencia del Territorio y la retirada de las fuerzas cubanas que se encuentran en Angola. Además, en sus esfuerzos por obstaculizar la aplicación del plan de las Naciones Unidas para Narnibia, el régimen de Pretoria continúa con sus intentos de establecer instituciones políticas títeres e imponer un "arreglo interno" en el Territorio. 107. Aunque estos esfuerzos han sido condenados y rechazados por la comunidad internacional, Sudáfrica persiste obstinada y desdeñosamente en su política, haciendo caso omiso totalmente de los deseos del pueblo narnibiano y de todo el mundo. 108. El Consejo de las Naciones Unidas para Narnibia -del que Chipre tiene el honor de ser miembro- entre las numerosas actividades que ha emprendido el año pasado para promover la causa de Namibia, organizó, del 31 de octubre al2 de noviembre de este año, el Simposio sobre un siglo de heroica lucha del pueblo narnibiano contra el colonialismo, yen pro de la realización de su derecho a la libre determinación y la independencia. 109. Este largo período de lucha debe servir como severo recordatorio a la comunidad internacional. El pueblo de Narnibia, durante un siglo, ha estado luchando contra el colonialismo de una forma o de otra y actualmente libra, bajo la dirección de la SWAPO, su única y legitima representante, una lucha de liberación por la independencia y la dignidad humanas.

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110. La comunidad internacional tiene la obligación moral y jurídica de realizar todos los esfuerzos, de acuerdo con la Carta de las Naciones Unidas, para obligar al régimen de apartheid de Sudáfrica a poner término a su dominio colonial y racial sobre el Territorio. 111. En su informe [A/39/24] , el Consejo de las Naciones Unidas para Namibia presenta un cuadro claro de los acontecimientos producidos en todas las esferas dentro y fuera de Namibia, mientras que al mismo tiempo se refiere a las actividades del Consejo y del Comillionado de las Naciones Unidas para Namibia para promover la causa de la independencia namibiana. En este sentido, deseamos expresar nuestro reconocimiento por la flJrma encomiable en que el Consejo, ba~o la capaz y dedicada conducción de su Presidente, el Sr. Paul Lusaka, de zambia, está cumpliendo con su difícil mandato. 112. También expresamos nuestro sincero reconocimiento al Secretario General, que ha demostrado su profundo compromiso personal a través de sus incansables esfuerzos para sacar del estancamiento a la cuestión de Namibia. 113. El Gobierno de la República de Chipre apoya plenamente el derecho inalienable del pueblo de Namibia a la libre determinación e independencia nacional en una Namibia unida. Consideramos que la aplicación inmediata e incondicional de la resolución 435 (1978) del Consejo de Seguridad es el camino para una solución justa del problema. Toda demora sólo ha de prolongar el sufri-

miento del pueblo de Namibia y constituye una vergüenza. para la humanidad por permitir la perpetuación de la explotación racista y colonialista de ese Territorio. 114. Sudáfrica debe terminar inmediatamente su ocupación ilegal y retirar sus fuerzas del Territorio, a fin de que el pueblo de Namibia pueda ejercer su derecho a la libre determinación e independencia de conformidad con la resolución 1514 (XV) de la Asamblea General. Las elecciones, de acuerdo con las resoluciones 385 (1976) y 435 (1978) del Consejo de Seguridad, bajo la supervisión y el control de las Naciones Unidas, deben llevarse a cabo lo más pronto posible. 115. Chipre está plenamente comprometido con la solución del problema namibiano de acuerdo con esas resoluciones y ha de continuar brindando, junto con otros países no alineados, su apoyo moral a la justa causa del pueblo namibiano. Se levanta la sesión a las 12.35 horas.

NOTAS I Documentos Ofzciales de la Asamblea General. trigésimo quinto período de sesiones. Suplemento No. 24, vol. I, anexo 11. z Véase AlAC.109/L.1524 y Corr.l, párr.9.

Publicado ulterionnente bajo la signatura AlAC.1311142. AlCONF.l20/S. s Uniao Nadonal para a Independencia Total de Angola.

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