anexo i - notas

de la AFA, sostienen al respecto: “Prácticamente todos los grupos gobernantes del país en los últimos cincuenta años han pasado por la conducción del fútbol.
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ANEXO I - NOTAS (1) Según PAEZ, “el derecho de asociación es, por otra parte, un precepto constitucional garantido que nuestros representantes han olvidado reglamentar. Podía ser un acicate para ello el hecho de que las asociaciones, con o sin personería reconocida, se cuentan por millares, agrupan centenares de miles de asociados y manejan intereses cuantiosos (...) no se perciben entonces las razones por qué nuestro Congreso ha omitido hasta ahora legislarlas, en procura de los reales beneficios que pueden dispensar al bienestar público”. Cfr. PAEZ, Tratado teórico-práctico de las asociaciones, 3ª ed., Buenos Aires, Ediar, 1964. No obstante, se debe aclarar que actualmente existe un proyecto de Ley de Asociaciones Civiles elaborado por el Dr. Biagosch, que tiene estado parlamentario y que ha generado numerosos debates. (2) Un buen ejemplo de esta libertad se puede observar en la obliga ción de cada federación nacional de velar por el cumplimiento de las reglas de juego emanadas del International Football Association Board. En la Argentina surge del Reglamento General de la Asociación del Fútbol Argentino, una entidad privada que no cumple funciones estatales, según lo dispone la Ley del Deporte 20.655; en cambio, en España surge del Reglamento General de la RFEF, que según la Ley del Deporte 10/90 es una entidad privada que, por delegación, cumple funciones estatales. (3) Si bien el procedimiento electoral es autónomo en cada asociación nacional, con la promulgación del Código Electoral Modelo de la FIFA se sugieren ciertos lineamientos principales para establecer ciertos parámetros básicos y reafirmar el principio de no intervención externa. (4) Cfr. art. 17.1, 17.2, 17.3 y 17.4 de los Estatutos. (5) En palabras de VEIGA, “el único hombre que osó enfrentarlo en una elección –la de 1991– durante los 23 años que lleva de mandato fue un ex árbitro: Teodoro Nitti. Su carrera política duró lo que un suspiro, ya que sacó un solo voto y cayó en el ostracismo absoluto. Tiempo después se conchabó en la AFA como veedor”. Cfr. VEIGA, Fútbol limpio, negocios turbios, Astralib, 2002, pág. 46. (6) El Proyecto de Ley presentado por el diputado del Frente para la Victoria, Gerónimo Vargas Aignasse, propone que todos los clubes que practican fútbol oficial en la Argentina tengan la posibilidad de votar democráticamente al presidente de la AFA. (7) Se denomina “fútbol oficial” a todas las competiciones estables organizadas por alguna federación afiliada a la FIFA que comprenden tanto al fútbol aficionado como el amateur, el masculino y el femenino en todas sus categorías (sub 17, sub 20, etcétera) y otras modalidades como el fútbol de salón o “futsal”, el fútbol playa o “soccer beach” y las competiciones de fútbol interactivo o fútbol de videojuegos licenciadas por la FIFA. (8) Cfr. art. 1º de los Estatutos de la FIFA. (9) Habitualmente, los estatutos desempeñan el rol de norma constitutiva, es decir, regulan la estructura interna y el funcionamiento de la federación, mientras que los reglamentos actúan como normas de actividad subordinadas jerárquicamente fijando su atención en aspectos sectoriales, o en el desarrollo de previsiones concretas esbozadas en la norma estatutaria. Cfr. AGUIRREAZCUÉNAGA, I., Intervención pública en el deporte, Madrid, Civitas, 1998, pág. 109. (10)Por ejemplo, la federación nacional de Inglaterra, la Football Association, es una sociedad comercial desde su fundación en 1863. (11)Para comprender mejor la conformación de este entramado de asociaciones civiles de primero, segundo y tercer grado debe tenerse en cuenta, siguiendo a CAMPS I POVILL: “Las tres grandes notas características sobre las que se asienta el deporte de competición: la universalización, la internacionalización y la unificación de las reglas. La universalización, intrínseca a la misma actividad deportiva, es un elemento indispensable para garantizar su subsistencia. Como dos emanaciones o manifestaciones de la universalización aparecen, por un lado, la internacionalización de las

competiciones y, por otro, la necesaria unificación de las reglas de aplicación”. CAMPS I POVILL, Las federaciones deportivas. Régimen jurídico, Madrid, Civitas, 1996, págs. 26/27. (12)En su preámbulo especialmente establece: “Los principios del presente Código Electoral Modelo fueron aprobados por el Congreso de la FIFA de los días 30 y 31 de mayo de 2007 en Zúrich. El Código Electoral Modelo que servirá de base para un código electoral que se solicitará redactar a cada asociación miembro fue aprobado en su forma actual complementada por el Comité Ejecutivo de FIFA en su sesión del 29 de octubre de 2007 y entra en vigor con efecto inmediato”. (13)El Congreso está integrado por cada uno de sus 208 miembros y es el órgano legislativo y la instancia suprema de la FIFA. Puede ser ordinario o extraordinario, en ambos casos es convocado por el Comité Ejecutivo, y existe también la posibilidad de que un Congreso extraordinario sea convocado si una quinta parte de sus miembros lo solicita por escrito. Cfr. art. 22, inc. 4º, de los Estatutos. (14)El ejercicio de estos derechos está sujeto a las reservas que se deriven de otras disposiciones establecidas en los Estatutos y reglamentos aplicables. Cfr. art. 12 de los Estatutos. (15)Los delegados deben pertenecer a la asociación miembro que representan y ser nombrados por el órgano competente de cada asociación. Los miembros del Comité Ejecutivo no pueden ejercer las funciones de delegados de su asociación. Cfr. art. 23, incs. 2º y 4º, de los Estatutos. Cada miembro puede estar representado por un máximo de tres delegados con derecho a participar de los debates. Los nombres de los delegados deben notificarse a la secretaría general que los incluye en una lista numerada del 1 al 3. El delegado con derecho a voto recibe el número 1, si éste abandonara el Congreso durante los debates, el número 2 tendrá el derecho de voto y si éste tampoco estuviera presente, el derecho a voto pasará al número 3. La FIFA se hace cargo de los gastos de viaje y alojamiento de los tres delegados por cada miembro participante en el Congreso. Cfr. art. 1.1 y 1.2 del Reglamento del Congreso. (16)Cfr. art. 10.1 del Reglamento del Congreso. (17)La mayoría absoluta se calcula sobre la base del número de papeletas válidas recolectadas, descartándose las que estén en blanco o con votos inválidos, y en caso de votarse dos veces por un mismo candidato en la misma papeleta, sólo se tomará como válido un voto. Finalizado el recuento de los sufragios el Presidente del Congreso debe anunciar el resultado de cada escrutinio y el Secretario General colocar en sobres especiales las papeletas recolectadas y contadas, que deberá sellar inmediatamente. La secretaría general conserva los sobres, que destruye cien días después de la conclusión del Congreso. Cfr. art. 10.6 del Reglamento del Congreso. (18)Cfr. art. 27.3 de los Estatutos. (19)En su Preámbulo, la FIFA refuerza la idea exigiendo: “Es necesario que cada asociación se ciña cabalmente a este proceso con el fin de garantizar elecciones democráticas y transparentes. Específicamente es necesario: a) acatar estrictamente los estatutos y reglamentos de la FIFA, este código así como las normas estatutarias o reglamentarias relevantes de la asociación y de la confederación correspondientes que no contradigan las disposiciones de la FIFA; b) evitar cualquier conflicto de intereses que pudiera poner en entredicho la imparcialidad de las elecciones; c) organizar con antelación las elecciones y planificar las actividades relacionadas”. (20)Se evidencia la importancia que la FIFA le ha otorgado a este Código cuando en el inc. 2º del art. 1º extiende su aplicación a “las elecciones en el seno de todas las entidades subordinadas a la asociación (por ejemplo, ligas, asociaciones regionales y miembros afiliados), cuyo control reglamentario y procedimental corresponde en exclusiva a la asociación”. (21)Los miembros de la Comisión Electoral no podrán prestar sus servicios a la comisión en dos períodos consecutivos. Cfr. art. 4.2 del Código Electoral Modelo. (22)Además de dichas funciones, el art. 6.1 del Código Electoral pone en cabeza de la Comisión Electoral otras funciones que confirman el nivel de detalle que la FIFA desea imponer a sus asociaciones miembro:

“d) la estricta aplicación de los plazos estatutarios de las elecciones; e) la distribución de la información proporcionada a los miembros de la asamblea general, a las instituciones gubernamentales, a los medios de comunicación y al público; f) las relaciones con las instituciones gubernamentales, si se hacen necesarias; g) el procedimiento de candidatura (lanzamiento, información, evaluación, publicación de la lista oficial, etc); h) la organización administrativa, técnica y logística de la asamblea general electoral; i) la creación de una lista de votantes conforme a las disposiciones estatutarias de la asociación, j) el control de los documentos de identificación de los votantes bajo la supervisión de un funcionario notarial nombrado a tal efecto; k) el procedimiento de votación; l) cualquier otra tarea que se haga necesaria para garantizar el buen desarrollo del proceso electoral”. (23)Dicha comisión estará integrada por tres miembros y dos suplentes elegidos por la asamblea general al mismo tiempo que los miembros de la comisión electoral, debiendo, al menos uno de ellos, poseer formación jurídica. Cfr. art. 12.1 del Código Electoral Modelo. (24)Ver arts. 15 a 25 del Código Electoral Modelo. (25)Ver el punto 2 de las Disposiciones Finales del Código Electoral Modelo. (26)El art. 14.3 de los Estatutos de la FIFA dispone: “Un miembro suspendido pierde sus derechos como miembro. Los otros miembros no mantendrán contacto, en el plano deportivo, con un miembro suspendido. La Comisión Disciplinaria puede imponer otras sanciones”. (27)El art. 2.1 del Código Electoral Modelo, expresamente establece: “Se respetará en todo momento los principios democráticos, el de separación de poderes, el de transparencia y el de publicidad en los procesos electorales de las asociaciones miembro de la FIFA”. (28)Art. 50 de la Ley Orgánica de Deporte, Actividad Física y Educación Física de Venezuela. (29)PALOMINO y SCHER, en uno de los mejores estudios que se hayan realizado sobre la historia institucional de la AFA, sostienen al respecto: “Prácticamente todos los grupos gobernantes del país en los últimos cincuenta años han pasado por la conducción del fútbol. Miembros de la clase alta tradicional, militares, políticos radicales y peronista, figuras vinculadas con el mundo sindical y empresario, casi no existe grupo de poder de cierta importancia que no se haya ligado con la conducción futbolística. La propia historia institucional de la AFA puede ser leída a través de las distintas filiaciones de sus presidentes. Parece haber en todos los sectores mencionados una conciencia más o menos clara de la importancia del fútbol y sus posibilidades de utilización política. A su vez los dirigentes del fútbol dan la sensación de haberse plegado a esta solicitud del sistema político y del Estado, dejando abierta la cúspide institucional, el propio cargo de presidente de la AFA para una vinculación directa con el poder y dotándolo de una autoridad plena en el interior de la institución”. PALOMINO - SCHER, Fútbol: pasión de multitudes y de elites. Un estudio institucional de la Asociación del Fútbol Argentino (1934-1986), Buenos Aires, Documentos del CISEA/92, 1988, pág. 206. (30)Nicolás Leoz, de 82 años, asumió los destinos del fútbol sudamericano el 1-5-86 en una asamblea realizada en Bogotá, en lugar del dirigente peruano Teófilo Salinas y tras 25 años de gestión y 6 reelecciones estará en el cargo hasta 2015. No es éste el único caso en que las reelecciones indefinidas en el mundo del fútbol permiten a sus directivos eternizarse en sus cargos: entre otros se destacan Lord Kinnaird (33 años en la Fotball Association, 1889-1922) y Jules Rimet (32 años en la FIFA, 1921-1954), ambos cuando el fútbol era prácticamente amateur y considerados unánimemente como benefactores del fútbol; y luego, Grondona (32años), Havelange (24 años en la FIFA, 1974-1998), Ricardo Terra Teixeira (en la CBF, 1989-2014) y Blatter (en la FIFA, 1998-2015). Para un mayor detalle de este tema, ver el interesante artículo de FERNANDEZ MOORES, titulado El club de los 100, publicado en el diario La Nación del 5-10-11. (31)Cfr. art. 23 del Estatuto de la Conmebol. (32)Cfr. arts. 23.1, 24 y 26 del Estatuto de la Conmebol.

(33)Cfr. art. 28.1, 28.2 y 28.3 del Estatuto de la RFEF. (34)Cfr. art. 28.4 del Estatuto de la RFEF. (35)Cfr. art. 29 del Estatuto de la RFEF. (36)Cfr. art. 27 del Estatuto de la AFA. (37)Estas son algunas de las funciones del cargo de presidente, según el art. 27: “a) presidir las Asambleas y las reuniones del Comité Ejecutivo y del Consejo Federal, con voz en todas las deliberaciones y voto según lo especificado en los arts. 10, 31 y 37; b) ejecutar las resoluciones de las Asambleas, del Comité Ejecutivo y del Consejo Federal; c) resolver con cargo de dar cuenta en la próxima sesión del Comité Ejecutivo o del Consejo Federal, según el caso, cualquier asunto urgente, cuya inmediata solución fuera de evidente necesidad, conveniencia o justicia; d) asignar los cargos de Vicepresidente 1º, Vicepresidente 2º, Secretario General, Tesorero, Secretario Administrativo, Secretario de Finanzas y Hacienda, Secretario Técnico, Secretario de Relaciones Internacionales, Secretario de Asuntos Legales, Secretario de Torneos, Secretario de Prensa y Relaciones Públicas, Secretario de Asuntos del Interior, Secretario de Selecciones Nacionales, Secretario de Relaciones Institucionales y de Miembros del Comité Ejecutivo. A su vez, designará Prosecreta rio en cada una de las áreas mencionadas, los que podrán o no ser miembros del Comité Ejecutivo; e) representar a la AFA; f) celebrar acuerdos, convenios, convenciones, firmar títulos, documentos públicos y privados, contratos, actas, órdenes de pagos, balances, correspondencia y cualquier otro acto o documento de acuerdo con las prescripciones establecidas en este Estatuto o Reglamentos. En todos los casos, la firma del Presidente deberá ser refrendada por el Secretario General o uno de los Secretarios del Comité Ejecutivo; y en las órdenes de pago y en los balances será indispensable la firma del Tesorero; g) solicitar u obtener préstamos y contraer las correspondientes obligaciones y realizar operaciones de trámite corriente con el Banco de la Nación Argentina, Banco Hipotecario Nacional, Banco de la Provincia de Buenos Aires, Banco de la Ciudad de Buenos Aires u otras instituciones de crédito oficiales o privadas pudiendo delegar esas atribuciones mediante poder otorgado especialmente. En estas gestiones la firma del Presidente o del apoderado será refrendada por la del Tesorero (...) j) designar siete miembros para integrar el Consejo Federal, los que en cualquier momento podrán ser relevados por el Presidente...”, entre otras. (38)El actual presidente Julio H. Grondona ha ejercido ininterrumpidamente el cargo desde el año 1979. (39)Cfr. art. 9º del Estatuto de la AFA. (40)Así, Germán Lerche, titular de la Comisión de Selecciones de la AFA, ha declarado públicamente (http://www.futbolsinfiltro.com/nota/ german-lerche-critico-la-candidatura-de-raffaini:1513): “El fútbol argentino es la primera división y las ligas son las ligas. Lo mismo que los clubes de ascenso. Y ellos se tienen que expedir a través de sus representantes”. A su vez, el Secretario Ejecutivo de la AFA, José Luis Meizner ha manifestado a los medios periodísticos (http://www.diariochaco.com/noticia.php?numero=113303): “En la Argentina hay distintas realidades, y suponer que hay 3000 clubes en igualdad de condiciones para tratar intereses comunes en el fútbol es absurdo. Ni el mismísimo (León) Trotsky lo hubiese propuesto, es una subestimación a la inteligencia”, remarcó el ex presidente de Quilmes en declaraciones a radio Cooperativa. Por último, Meiszner señaló que al no ser un club directamente afiliado a laAFA, sino a una liga, los reclamos del pequeño club santafesino deben dirigirse a esa institución. “Si (Colón, de San Lorenzo) tiene una queja que formular, la debe realizar a través de la liga, porque es afiliado. En este caso, la AFA recibió una medida precautoria interpuesta por un club no afiliado a la AFA”, dijo Meiszner, y concluyó: “Esta es una invitación a la anarquía”. (41)El propio Raffaini, tras la fallida postulación, ha declarado: “Lo único que uno pedía era ‘aválenme para ser candidato’, y creía que podía serlo después de 18 años de dirigente y tres de presidente en un club muy ordenado. Pero evidentemente, así como están las cosas es imposible”. Acerca del porqué de esa

imposibilidad, Raffaini no duda en apuntar a “ese requisito” de los siete avales que se implantó luego de que en 1991 el ex árbitro Teodoro Nitti sacara sólo un voto en la Asamblea en cuestión. “Eso impide que uno se presente, y no tendría que ser así. Si votan 49, ¿por qué te tienen que avalar siete? Con un aval debería ser suficiente“, dice. El dirigente asegura que “el único modo” de poder presentarse sería entonces “cambiar el reglamento y el estatuto de la AFA”, pero advierte: “Nosotros (por Vélez) fuimos por esa vía en 2006 y la propuesta que se presentó para democratizar estas cuestiones no tuvo eco. Un punto era que no se pidieran siete avales públicos y otro que no hubiera reelección en forma indefinida, sino una vez sola”. Raffaini también recuerda que “para evitar malos entendidos incluso decíamos que el mandato en curso se consideraba como el primero de Grondona”, pero así y todo aquella propuesta fue rápidamente descartada”. Cfr. Suplemento 442, sitio web Perfil.com del 18-10-11. (42)El editorial del diario La Nación del 9-10-11 con el título La eternización de un mal dirigente, explica este sistema con claridad: “Grondona ha aceitado para perpetuarse en el cargo el mismo círculo vicioso que fomentan muchos políticos cuando pasan a ocupar un cargo público: el asistencialismo teñido de corrupción y un sistema de premios y castigos. Los primeros, para los fieles y sumisos; los otros, para quienes se atrevan a cuestionarlo públicamente. No pocos clubes, para seguir funcionando y para no sufrir inhibiciones de todo tipo, recurren permanentemente a los favores del presidente de la AFA, porque viven endeudados por las aventuras, cuando no los delitos, en que se embarcan muchos dirigentes. Pero Grondona es quien fomenta esas prácticas con préstamos que van condicionando cada vez más a los representantes de los clubes. En definitiva, no es más que el ABC de la política prebendaria que se observa en centenares de municipios, en la mayoría de las provincias y aun de parte del gobierno nacional: a mayor cantidad de necesitados, mayor caudal de poder para quien tiene qué repartir. Y por si una institución está saneada financieramente y no recurre a él, Grondona tiene otras vías de persuasión, como su control sobre el tribunal de disciplina”. En el mismo diario, días más tarde, el periodista Daniel Arcucci recuerda un diálogo con Grondona donde éste le reveló su modo de hacer política en la AFA: “Le pido que reconozca un defecto en todos estos años de gestión. ‘Tal vez fui demasiado bondadoso: he dado dinero, mejor dicho la AFA ha dado mucho dinero, y así les dio la oportunidad [a los dirigentes de los clubes] de gastar de más. Es igual a una familia...’. Seguramente sin quererlo, Julio Humberto Grondona me regaló, con aquella respuesta que lejos estaba de ser una autocrítica, la clave no tan secreta de su poder, que se ha extendido a lo largo de los últimos 32 años al frente de la AFA. ‘Haciendo una lectura política, esa bondad ¿no se traduce en una forma de dominar a los clubes? Usted les da dinero y los tiene de rehenes’ , llegué a decirle, antes de que él agregara la frase, a modo de remate o de excusa, durante aquella entrevista en la víspera de su ruptura con sus viejos socios de la TV para abrirles la puerta a los nuevos: ‘Yo nunca quise dominar a nadie’. Darles dinero a los dirigentes de los clubes para que éstos se endeuden y vuelvan a pedir y vuelvan a recibirlo y vuelvan a endeudarse ha sido el mecanismo más evidente y obvio de su acumulación de poder, en una réplica elemental del conocido clientelismo político argentino. Don Julio, aferrado a su anillo del ‘Todo pasa’, ha sobrevivido a gobiernos de todo signo y valor, renovando su mandato como un trámite cada cuatro años, con aclamación y sin oposición. Arrancó con la dictadura de Jorge Rafael Videla y siguió con Viola, Galtieri, Bignone, Alfonsín, Menem, De la Rúa, los cuatro mandatarios en diez días de 2001 (Puerta, Rodríguez Saá, Camaño, Duhalde), Néstor Kirchner y Cristina Kirchner. Con todos los gobiernos tiene foto y con el último, una sociedad. Es la que hoy sostiene la estructura desde lo económico y la que vive un momento crucial. De ella depende el Fútbol para Todos. El programa que nunca fue como promocionaron que iba a ser: “El Estado no pondrá un centavo y lo que exceda de los ingresos irá para el deporte olímpico”, había prometido el jefe de Gabinete y directivo de Quilmes, Aníbal Fernández. El mismo programa que nadie se atrevería a cortar ahora, con “los goles liberados para el pueblo”. Eso sí: una cosa es estatizar el fútbol y otra cosa es darle el dinero a El Dirigente y a los dirigentes del fútbol para que hagan con él lo

que quieran. Ya se sabe lo que muchos de ellos hacen: se endeudan, sostienen barras bravas, compran jugadores ignotos, aceptan sugerencias de representantes, firman contratos impagables. Sin control, ese dinero va a parar a un barril –a una valija, mejor– sin fondo. Seguramente por eso, ahora, más de dos años después, aseguran que lo van a controlar. Es que la AFA no es, precisamente, la Fundación Madres de Plaza de Mayo. Y el Gobierno no quiere que Grondona se transforme en otro Schoklender”. Cfr. No quieren que Grondona sea otro Schoklender, La Nación, 20-10-11. (43)En la actualidad, todavía el art. 6º del Estatuto de la AFA dispone: “Las instituciones afiliadas contraen bajo apercibimiento de expulsión, desafiliación o pérdida de categoría, las siguientes obligaciones: e) renunciar a plantear ante los Tribunales de Justicia los litigios que pudieran tener con AFA, con otras asociaciones o clubs de éstas, comprometiéndose a someter toda diferencia ante un Tribunal nombrado de común acuerdo, con sujeción a lo establecido en el art. 59 del Estatuto de la FIFA”. Para un análisis profundo del tema, véase CONFALONIERI, La renuncia a la jurisdicción en la actividad futbolística, BuenosAires, Anuario de Derecho del Trabajo de la Universidad Austral, Quórum, 2003, pág. 143. En igual sentido, puede verse PAEZ, quien de modo general afirma: “Los estatutos, por ejemplo, pueden establecer, que un asociado expulsado no tiene recurso para ocurrir al tribunal en demanda de reparación. Ya hemos de ver que una prescripción semejante es nula no sólo en virtud del derecho grupal sino también del derecho común”. PAEZ, Tratado..., cit., pág. 261. (44)Cfr. PAEZ, Tratado..., cit., pág. 30. (45)Agrega PAEZ: “La asociación es un ‘Estado en pequeño’ en cuanto para subsistir reclama, junto con la adición de fuerzas individuales, una cesión de libertad que, al par que hace la potencia de la asociación, no destruye al asociado. La libertad personal de éste, en esencia, queda incólume. Así por más que los estatutos contengan cláusulas que signifiquen una trabazón de esa libertad, ellas de nada valen”. PAEZ, Tratado..., cit., págs. 260/261. (46)Como acertadamente ha dicho BAYER, “sin ningún prurito, se sientan las bases para que haya hijos y entenados. Los equipos grandes reciben tres votos; los chicos, un voto, se crea la oligarquía de River, Boca, Independiente, Racing y San Lorenzo que seguirán ganando todos los campeonatos hasta 1967”. Cfr., BAYER, Fútbol argentino, Buenos Aires, Sudamericana, 1990, pág. 51. (47)Conviene aclarar que en 1946, el Teniente Coronel Tomás A. Ducó, presidente del Club Atlético Huracán, logró la modificación de los estatutos para incluirlo en el grupo de los grandes con tres votos en la Comisión Directiva de la AFA. (48)Entre ellos el periodista ALFREDO ROSSI, conocido por su seudónimo Chantecler, escribía en El Gráfico (27-3-1937): “Los cinco grandes representan en capital y número de socios más del doble que los trece chicos y, una vez en tren de organizar la futura orientación del fútbol y de tener en sus manos la riendas directivas, han exigido la representación proporcional en los cuerpos que dirigen la Asociación del Football Argentino tomando como base un voto cada 150.000 pesos de capital, la cual sería inmodificable en cinco años. De esa manera y teniendo en cuenta los capitales de cada uno de los clubes que militan en primera división, los grandes reunirían de 24 a 25 votos contra 16 de los 13 restantes. Así, en tanto los cinco grandes se mantengan unidos, salvando sus diferencias deportivas en homenaje a la dirección común, ejercerán la hegemonía en la dirección del fútbol y se dará por primera vez el caso en nuestro país que una minoría tenga más votos que la mayor cantidad en cuestiones deportivas”. (49)Según PALOMINO y SCHER: “El voto proporcional duró hasta 1949, pero incluso después de su derogación dejó como saldo determinadas pautas de comportamiento vinculadas con él. La AFA nunca fue un organismo en el que las decisiones fueran el resultado de la deliberación de muchos”. Cfr. PALOMINO - SCHER, Fútbol..., cit., pág. 59. Un dirigente del Club Atlético Atlanta, Damián Ciancio, cuestionaba esta medida: “Es cierto que por el predicamento de que gozaban las entidades mencionadas casi siempre ejercieron, en realidad, la dirección del fútbol. Pero ahora, con el voto proporcional, su

parecer es ley. No hay siquiera la menor posibilidad de impedir, por vías legales, lo que los grandes han resuelto por anticipado. Ningún asunto, por minúsculo, escapa al imperio de los mayoritarios y su dominio alcanza a todas las esferas (...) Todo se resuelve en reuniones previas, en amables cenas. De los restaurantes más populares de Buenos Aires salen ungidas las autoridades del fútbol (...) La influencia de los grandes es de tanta cuantía, que aún en la época de mayor mediación estatal, el peso de sus fuerzas inclina a su lado el platillo de la balanza y el poder intervencionista suele refugiarse al calor de las entidades mayoritarias (...) en las épocas de mayor preponderancia del voto calificado, el Consejo directivo no existe como cuerpo (...) Los consejeros que están en antesalas deben aguardar a que los grandes se pongan por anticipado de acuerdo sobre los asuntos incluidos en la convocatoria (...) El Consejo no hace otra cosa que dar forma reglamentaria a lo convenido en la reunión previa. Muchas veces ni siquiera se discute porque se sabe la inutilidad de todo razonamiento” (Ciancio, 1958). Ibídem, págs. 58/9. (50)El art. 50, inc. g), del Reglamento General de la AFA, en su parte pertinente, establece: “Para la elección del Presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, el Secretario que actúe en la H. Asamblea, dará a conocer el o los nombres de los postulantes y, en votación secreta, dicho Cuerpo procederá a la designación del mismo, para lo cual la H.Asamblea elegirá a tres de sus miembros para que se constituyan en Comisión Escrutadora”. (51)Art. 4.3 del Código Electoral Modelo. (52)La propia FIFA reconoce en el reportaje a Regenass ya citado que todavía no han cumplido todas las asociaciones miembro con el Código Electoral Modelo: “El Congreso ha estipulado que todas las asociaciones deben cumplir con los Estatutos de la FIFA. Se trata de un proceso continuo, por el que todas las asociaciones reforman sus estatutos, incluidas las que pertenecen a países no democráticos. Por supuesto, no todas ellas han seguido todavía estos trámites. En algunos lugares se avanza con más rapidez que en otros. Actualmente, más de la mitad de las asociaciones se han sometido al cambio, pero el proceso obliga a ir paso a paso. Los Estatutos de la FIFA deben garantizar, entre otras muchas cosas, que exista un método democrático para la elección de la persona que, durante un plazo determinado, se responsabiliza de la dirección de la asociación”. (53)De todos los presidentes de AFA desde 1934, “por lo menos veinte ocuparon además otros cargos públicos, ya fuera simultáneamente o en períodos anteriores o posteriores a su paso por la institución. Es decir, dos de cada tres presidentes de la AFA tuvieron actuación en alguna función pública. Ministros del gobierno nacional hubo cuatro: Padilla (Salud), el General Avalos (Guerra e interino del Interior), Conditi (Trabajo) y Nicolini (Comunicaciones). Directores de empresas u organismos públicos hubo siete (Escobar y Nicolini, Directores de Correos y Telecomunicaciones); Matienzo, director del FCA; Ramos Ruiz, en la Dirección Nacional de Energía, Gas del Estado e YPF; Oneto Gaona, director del Banco Industrial; D’Onofrio, director de la Caja Nacional de Previsión Social para el Personal de la Industria, Comercio y Actividades Civiles; Gigán, director del Banco de la Provincia de Buenos Aires; Mitjans, Director del Registro Nacional de la Propiedad Automotor)”. Cfr. PALOMINO y SCHER, Fútbol..., cit., págs. 195/196. (54)Los presidentes fueron: en el período 1967-1968, Valentin Suárez; en 1968, Armando Ramos Ruiz; en 1969, Aldo J. Porril y O. L. Ferrari; en el período 1969-1971, Juan Martín Oneto Gaona; en el período 1971-1973, Raúl D’Onofrio; en 1973, Horacio E. Bruzzone; en 1973 y en el período 1973-1974, Baldomero Gigán. (55)D’Onofrio había sido previamente designado por Francisco Manrique como Director de la Caja Nacional de Previsión para el Personal de la Industria, Comercio y Actividades Civiles. En la AFA, había actuado como asesor del presidente Ramos Ruiz (1968) en la Secretaría de Asuntos Internacionales. Su renuncia pareció tener por causas centrales las dilaciones en la sanción del Estatuto del Futbolista Profesional y

su enfrentamiento con el coronel Miguel Estanga, a cargo del Consejo Federal. Cfr. PALOMINO - SCHER, Fútbol..., cit., pág. 135. (56)A López Rega se le había formulado un pedido de interpelación en la Cámara de Diputados dado que a Gigán se le imputaba la concesión de un préstamo de cien millones de pesos del Banco Provincia, cuyo Directorio integraba, a la AFA, de la que era interventor. La interpelación no llegó a cobrar forma porque López Rega despidió abruptamente a Gigán. Ibídem, pág. 138. En igual sentido, puede verse también SEBRELI, La era del fútbol, Buenos Aires, Debolsillo, 2005, pág. 178. (57)Mitjans, militante peronista durante los dos primeros períodos de gobierno de Perón, fue fundador de la Confederación General Universitaria (CGU). Había sido Vicepresidente primero de Boca Juniors en épocas de Alberto J. Armando, era miembro de la Comisión Interparlamentaria del Colegio de Escribanos de la Capital Federal y escribano personal de Perón. (58)Según SEBRELI, “la reforma fue elaborada por elMinisterio de Bienestar Social de López Rega y por la Secretaría de Deportes de Pedro Eladio Vazquez, hombre de López Rega, y significó un aumento de poder en la cúpula, acorde con la tendencia autoritaria, verticalista, jerárquica que caracterizaba al peronismo de los setenta, y a la vez porque permitía al gobierno controlar más fácilmente a la AFA con sólo tener un hombre afín en la presidencia”. SEBRELI, La era..., cit., pág. 178. La maniobra fue advertida por muchos que intentaron oponerse, pero con muy poca suerte. PALOMINO y SCHER, sostienen: “La ansiada situación de normalización de la AFA empezó a mostrar anormalidades notorias sólo dos meses después de haber sido puesta en vigencia. (...) Algunos análisis coinciden en interpretar que detrás de esa transformación estaba López Rega;Walter Clos (Humor, enero de 1983), la denominó ‘reforma insólita del Estatuto elaborada en el Ministerio de Bienestar Social de López Rega y la Secretaría de Deportes de Pedro Eladio Vazquez’ (...) Ciertas expresiones del propio Mitjans tenderían a refrendar esta hipótesis. Dijo en alguna ocasión: ‘Si de alguien puedo expresar mi satisfacción de cómo se me ha apoyado es precisamente del referido ministro (...) me siento muy apoyado por el señor López Rega (Crónica, 16-51974)’”. PALOMINO - SCHER, Fútbol..., cit., págs. 139-140. (59)Los dirigentes disconformes con la modificación estatutaria enviaron un telegrama al Interventor de la AFA, al Ministro de Bienestar Social y al Inspector General de Justicia (Director del órgano de registro de todas las asociaciones civiles y sociedades comerciales de la Capital Federal) que decía: “Los clubes de Primera División, Primera B, Primera C y Aficionados que suscriben la presente comunicación informan a Vuestra Excelencia que no están de acuerdo con el proyecto de Estatuto y gobierno por medio de un Comité Ejecutivo que según comunicado del interventor de la AFA será sometido a la aprobación de la Inspección General de Justicia, en tanto no consagre el indeclinable derecho de representatividad de todos y cada uno de los clubes afiliados, con voz y voto, que prescriben preceptos de la legislación civil y reglamentos en vigencia” (citado en Humor, octubre de 1983). Ídem. (60)En realidad, el presidente Mitjans había entrado en conflicto con Pedro Eladio Vazquez, que por esos días era el hombre fuerte en la organización del cercano campeonato Mundial. Como suele suceder en política, el hilo se cortó por lo más delgado y Mitjans tuvo que ceder ante el mismo poder que lo había puesto en su cargo. “Vazquez, el ‘hombre de López Rega’ en el deporte, usó su influencia y el enfrentamiento se trasladó rápidamente a la AFA, donde Mitjans llevó las de perder. El Comité Ejecutivo que él mismo había conformado meses atrás le pidió la renuncia (La Opinión, 23-6-1974). Como Mitjans se negó se produjo un insólito conflicto de poderes”. Ídem, pág. 141. En igual sentido, puede verse también SEBRELI, La era..., cit., pág. 178. (61)Este nuevo presidente tenía antecedentes como dirigente deportivo, dado que había sido presidente del Club Atlético Huracán desde 1972, y tenía un importante respaldo político, porque había sido Director del Policlínico de la Unión Obrera Metalúrgica y mantenía una relación muy cercana con Lorenzo Miguel, quien no sólo mandaba en ese sindicato sino que era uno de los principales referentes del sindicalismo

argentino. “Miguel no sólo participó en la designación de su amigo Bracutto: también intervino en la de César Luis Menotti. Según diversas fuentes (Gasparini y Pónsico, 1983, así como Fernández Moores en El Despertador, diciembre de 1985), en una comida compartida por el presidente de la AFA, Miguel y Menotti se resolvió la contratación de éste para dirigir la selección nacional. El dirigente metalúrgico no fue el único sindicalista que tuvo injerencia en el fútbol de esos años; otros hombres del gremialismo también intervinieron, como Horacio D’Angelo (diputado nacional por el peronismo, dirigente del gremio de la construcción y presidente de Lanús) y Paulino Niembro (también diputado pero una década antes, dirigente de la Unión Obrera Metalúrgica y presidente de Nueva Chicago)”. Ídem, pág. 144. En similar sentido, ver también, SEBRELI, La era..., cit., pág. 179. (62)La negativa a renunciar de Mitjans generó una situación inédita en lo institucional, pero el peronismo no se detenía ante ese tipo de formalidades. La Asamblea respaldó al Comité Ejecutivo para que tomara las medidas necesarias para separarlo del cargo, pero no hizo falta porque el dirigente “renunciado”, tras interponer una acción de amparo ante la justicia pidiendo la nulidad de todo lo actuado por el Comité Ejecutivo, decidió dimitir “para no poner en riesgo la realización del Mundial 78”. (63)En realidad, para algunos autores, el hombre fuerte de la AFA era Paulino Niembro, quien había sido Secretario Gremial de la UOM de Capital Federal y presidente del bloque de diputados justicialista. Según LLONTO, “en 1974, junto con Bracutto, a quien todos calificaban como su títere cumplió un rol decisivo en la contratación de César Luis Menotti como entrenador del seleccionado argentino”. Cfr. LLONTO, La vergüenza de todos. El dedo en la llaga del Mundial 78, BuenosAires, Ediciones Madres de Plaza de Mayo, 2005, pág. 22. En igual sentido, ver, SEBRELI, La era..., cit., pág. 180. (64)En palabras de LLONTO, “desde un primer momento fue Massera quien dejó clara su audacia: ‘políticamente es conveniente hacer el Mundial’, dijo el Almirante Cero. Unos días antes, el hombre que soñaba con ser el nuevo Perón había recibido un informe de uno de sus colaboradores más íntimos y a quien había premiado con la Secretaría deAcción Social: el capitán de navío Carlos Lacoste. Massera leyó una tras otra las supuestas ventajas políticas y económicas que le dejaría a la Argentina la XI Copa del Mundo. Videla lo escuchaba con atención, pero sin entender demasiado. Lacoste era su pariente; lejano y por parte de la familia de su mujer, pero pariente al fin (...) (Videla finalmente dijo) ‘Ejército pondrá una persona al frente del Mundial, vos Negro, poné a otro de la Marina abajo y que Aeronáutica designe a un responsable también. En unos días vamos a anunciar que la Argentina confirma la realización del Mundial y que será declarado de interés nacional’”. Cfr. LLONTO, La vergüenza..., cit., págs. 18/19. En similar sentido ver ALABARCES, Fútbol y patria. El fútbol y las narrativas de la nación en la Argentina, Buenos Aires, Prometeo Libros, 2002, págs. 124/125. FERNÁNDEZ MOORES agrega detalles de esa reunión: “El fútbol volvió a ocupar a la Junta en la primera reunión celebrada por sus integrantes del día 24. El almirante Emilio Massera comunicó al general Jorge Rafael Videla que laArgentina debía confirmar su decisión de organizar el Mundial 78. ‘Costará sólo 70 millones de dólares’, le dijo Massera a Videla. Alguien intentó explicar luego las obras demandarían una inversión mayor, pero Videla no se preocupó. ‘Aunque cueste cien millones no hay problemas’, señaló. ‘Veinticinco millones de argentinos’ como decía el jingle militar, terminaron pagando más de 700 millones de dólares”. Cfr. FERNÁNDEZ MOORES, Botas y botines, http://www.cuentosdelapelota.com.ar, 18-10-11. (65)Según LLONTO, así se entronizó a Lacoste: “‘Vos te vas a hacer cargo del Mundial’, le dijo Massera a Lacoste y pensó que de esa manera quedaría bien por partida doble. Por un lado, se sacaba de encima a uno de los oficiales que más lo acosaba con el latiguillo de ‘hay que hacer el Mundial’ y que además sostenía la idea de crear una ‘política deportiva’ para el Proceso. Por otra parte, le hacía un favor a la esposa de Videla,Alicia Raquel Hartridge, preocupada por encontrarles una buena ubicación a sus parientes en el futuro gobierno. Hartridge era hija de María Isabel Lacoste, tía del Capitán de Navío que en sus épocas de cadete solía hablar con orgullo de su familia de lazos patricios (...) En el reparto del

botín de los ministerios, Bienestar Social –que manejaba el área deportiva– cayó en manos de los marinos. Los pasillos que albergaron a lo peor de la triple A y la derecha peronista quedaron bajo el control de las patotas del contralmirante Julio César Bardi (...) Allí en la Secretaría de Vivienda y la presidencia del Banco Hipotecario estaban Lacoste y sus hombres. El Capitán de Navío conocía mejor que nadie los laberintos del Ministerio. Durante el gobierno de Isabel, la marina lo había designado para que evaluara e informara a las fuerzas armadas sobre los devaneos de la Comisión Organizadora del Mundial”. Cfr. LLONTO, La vergüenza..., cit., pág. 19. (66)(66) En el edificio de la calle Viamonte, los ordenanzas no tenían paz. De las oficinas de algunos dirigentes los reclamaban a timbrazos para que les trajeran cajas donde empacar libros, fotocopias, balances y los retratos de Perón, Evita y de Isabel. Ibídem, pág. 21. (67)LLONTO describe con detalle la escena: “Alas siete de la tarde del lunes 29 de marzo, Lacoste colocó su revolver arriba del escritorio y le ordenó a su secretario que hiciera pasar a la plana mayor de la AFA que encabezaba Rafael Aragón Cabrera, presidente de River, el club de Lacoste. La charla no duró más de treinta minutos y el capitán, fiel al estilo de pedir rendiciones, puso un plazo: ‘El jueves primero de abril quiero la renuncia de todos los integrantes del Comité Ejecutivo’”. Ibídem. (68)Este organismo descentralizado del Estado en poco tiempo adquirió mayor relevancia económica que un ministerio. Creado por el decreto-ley 21.349 que declaraba al Mundial 78 de “interés nacional”, “el EAM apareció silenciosamente ante los ojos de todos el 12-7-76 en el Boletín Oficial. El Mundial era algo aún muy lejano para todos, excepto para Lacoste quien pasó de sus oficinas en el Ministerio de Bienestar Social a la vicepresidencia del EAM”. Ibídem, pág. 28. SEBRELI describe su ascenso político desde que asumió el control fáctico del EAM 78, tras el asesinato del general Actis: “A partir del ente, Lacoste empezó a escalar posiciones en el mundo del fútbol: vicepresidente de la Asociación Sudamericana de Fútbol (I), primero, y luego vicepresidente de la FIFA, cargo del que sólo fue destituido en 1984 por presiones del gobierno democrático. También hizo carrera en el Estado, donde llegó a Ministro de Acción Social y hasta fue Presidente de la Nación con carácter interino por un breve lapso”. SEBRELI, La era..., cit., pág. 189. (69)Gregorio Trimarco era hermano del general Domingo Trimarco, vinculado con el fútbol y, por esos días Gobernador de la provincia de Neuquén, que inesperadamente fue desplazado en la votación por el Dr. Cantilo. (70)Alfredo Cantilo había sido juez entre 1956 y 1962, camarista entre 1963 y 1971 y Presidente del Tribunal Municipal de Faltas de la Ciudad de Buenos Aires. Su renuncia, según BORENSTEIN se debió a su negativa a renovar el contrato de Menotti por una suma mensual que la AFA no podía pagar y con la que él no estaba de acuerdo: “En lo moral, no me parece bueno que se paguen esas cifras”, alegaba. “El técnico contaba con el apoyo de una trilogía implacable por ese entonces, mucho más poderosa que la mejor delantera: los comentarios de José María Muñoz por Radio Rivadavia, las notas diarias en el diario Clarín y las páginas de El Gráfico. (...) Si bien aún le quedaban dos meses de mandato, su poder se había licuado en los hechos. La renuncia llevaba implícita la aceptación de la derrota en su intento por doblegar a Menotti”. Cfr. BORENSTEIN, Don Julio, Buenos Aires, Planeta, 2001, págs. 19/23. PALOMINO y SCHER destacan: “Pese a ser titular de la AFA y haber inaugurado el mundial resaltando ‘el triunfo del deporte en un marco de paz y de cordialidad’ (Memoria, 1978), Cantilo no fue acusado de nada que tuviera que ver con las prácticas ilegales registradas en el tiempo en que fue funcionario. A su gestión le queda ese singular saldo”. PALOMINO - SCHER, Fútbol..., cit., pág. 169. (71)Según PALOMINO y SCHER: “Llegada la hora de la votación, Trimarco parecía contar con cierta ventaja en la cantidad de sufragios. Sin embargo, cerca de su finalización, el comicio pasó sorpresivamente a un cuarto intermedio; al reiniciarse la elección, los sufragios se desplazaron y Trimarco perdió la Presidencia en beneficio de Alfredo Cantilo. La peculiaridad del acto eleccionario se explica por un llamado telefónico

de Lacoste. El marino ‘indujo’ a los dirigentes a optar por Cantilo (...) Pese a que pueda llamar la atención, elecciones tan peculiares como la referida se sucedieron en la AFA en los tiempos del Proceso. Según la descripción de Walter Clos, ‘cada asambleísta recibía un papelito con los nombres de quienes tenía obligación de votar, y todos los copiaban de puño y letra para no equivocarse y no quedar mal con Lacoste’ (Humor, marzo 1984). Quizás esa sumisión absoluta a la voluntad del poder militar permita comprender por qué la mayoría de los hombres que acompañaron la labor del peronista Bracutto estuvieron de inmediato a disposición de Cantilo”. PALOMINO - SCHER, Fútbol..., cit., pág. 166. (72)Sobre el modo en que el poder político nacional se ejercía dentro de la AFA, Walter Clos, uno de los periodistas más críticos del fútbol argentino de esa época, aseguraba: “En realidad Lacoste fue muy pocas veces a la AFA. Más exactamente, en dos ocasiones, la primera en un homenaje al doctor Santiago de Estrada –hoy embajador en el Vaticano– por sus favores al fútbol como funcionario de Bienestar Social; y la segunda, para informar al Comité Ejecutivo sobre una reunión de la FIFA, a la que asistió como vicepresidente de ese organismo, nombrado por Havelange a propuesta unánime de la propia AFA. Eso sí: Lacoste recibía diariamente, a unos cuantos directivos que juntaban orines en la sala de su despacho para llevarle cuentos o, simplemente, chuparle las medias. Algunos de esos nombres harían caer de espaldas a cualquiera. De las Memorias de la AFA –años 77 a 80– se podría hacer una lista de los dirigentes que figuran como miembros de cualquiera de sus comisiones. Y tachando cuatro o cinco, el resto son los adoradores que tuvo Lacoste mientras fue ‘importante’”. Revista Humor, abril de 1987. (73)Gran parte de la estructura institucional de laAFAfue completada por militares: “El coronel Fernando A. De Baldrich, dirigente de San Lorenzo y responsable de un levantamiento militar contra Lanusse en 1971, fue miembro del Comité Ejecutivo de laAFAentre 1976 y 1978; discípulo del ideólogo derechista Jordán Bruno Genta, fue él quien consideró oportuno, luego del Mundial 78, que el Ejército contara con un representante en la conducción del fútbol. A eso se debe la presencia del Coronel Carlos Michel como presidente del Colegio de Árbitros entre 1979 y 1983. El comodoro Julio César Santuccione fue el ‘representante’ de la Fuerza Aérea en la AFA, revistó como Secretario del Tribunal de Disciplina Deportiva en 1979 y 1980 y como secretario de la Comisión Especial de Reformas al Reglamento de Transgresiones y Penas en 1979 (...) El brigadier mayor Luis Fagés actuó como vocal en el Tribunal de Disciplina Deportiva entre 1979 y 1983; posteriormente fue miembro del Consejo Supremo de las Fuerza Armadas”. PALOMINO - SCHER, Fútbol..., cit., pág. 169. En el mismo sentido, ver también, VEIGA, Fútbol limpio..., cit., pág. 44. (74)Lacoste, en su calidad de Vicepresidente del EAM 78, escribió, en abril de 1979, una carta dirigida al Director de la revista El Gráfico, donde se despedía públicamente de su amigo Alfredo Cantilo. (75)ARIEL BORENSTEIN, quizás el principal biógrafo de Grondona, en la contratapa de su obra lo describe del siguiente modo: “Muñeca y cintura debe tener don Julio para mantenerse desde hace más de veinte años al frente de un fenómeno político, económico, social, cultural y deportivo único como es el fútbol argentino. Le sonríe a cada gobierno de turno pero a la vez defiende con la fuerza de un rudo marcador central la independencia de su corporación. Dice ocupar la presidencia de la AFA por decisión de los clubes, pero es un maestro en el arte de disciplinar a sus opositores con un hábil manejo de los fondos del viejo prode y la nueva televisación. Aunque es un próspero empresario en un país deprimido, rara vez acepta posar para las fotos fuera de su humilde ferretería. Don Julio conduce sus asuntos en el mundo de la pelota y en el de los negocios secundado por un estrecho círculo de parientes, amigos y dirigentes. Es un conservador que construye poder recostado en los clubes chicos y, con los contratos de televisación, potencia la desigualdad entre las instituciones grandes y las débiles. Don Julio es el hombre de la AFA que afrontó todo tipo de escándalos pero que hasta ahora consigue hacer la realidad la brutal filosofía de que todo pasa”.

(76)Cantilo, su sucesor, lo definía: “Es un hombre con trayectoria clara y honesta, que conoce el fútbol, es un caudillo nato aunque, lo he dicho varias veces, no tenga vocación de caudillo. El ni siquiera sabe que lo es” (Memoria, 1978). PALOMINO y SCHER agregan: “El prestigio personal del presidente electo garantizaba el consenso interno en la institución. Sus rasgos personales permitían suponer que no cuestionaría aquello que la dictadura deseaba que no se cuestionase”. PALOMINO - SCHER, Fútbol..., cit., pág. 170. (77)Existen diferentes versiones, pero todas coinciden en la trascendencia del visto bueno de Lacoste: “Una versión (Juan Carlos Laterza, Diario Popular, 24-4-86) consigna que Grondona tuvo el aval de la Marina a través de Lacoste y del Ejército por intermedio de Carlos Suárez Mason. Este último respaldo habría sido obtenido por el entonces presidente de Argentinos Juniors, Próspero Cónsoli, cabo sastre del Ejército y vinculado con el referido militar. Walter Clos, en cambio, desarrolla un relato diferente. Sostiene: ‘Su candidatura surgió de los dirigentes, tras no aceptar el Dr. Alfredo Cantilo su reelección. Pero el trasfondo es interesante y poco conocido. Los dirigentes de laAFAlo fueron a ver a Lacoste para que opinara acerca de la candidatura de Rafael Aragón Cabrera, a sabiendas que el almirante simpatizaba con River. Lacoste les subrayó que a él no le gustaba mucho para dirigir la AFA. Regresaron luego proponiendo a Ignacio Ercoli, titular entonces de Estudiantes de La Plata. Esta vez Lacoste dijo que le parecía bien. Pero Ercoli no había sido consultado previamente, no aceptó por razones de distancia porque, precisamente, vive en La Plata y Julio Grondona, se repitió el me parece bien de Lacoste, y así Grondona fue elegido por unanimidad y ovaciones en la Asamblea de abril de 1979 (Humor, abril de 1981)”. Ídem. BORENSTEIN da otra versión que en parte coincide con la anterior pero destaca aún más la importancia decisiva de la opinión de Lacoste: “Los dirigentes no podían cortar la dependencia y seguían llevando a su despacho cada decisión medianamente importante. Y entre éstas estaba, por supuesto, la elección del presidente de la AFA. El primero había sido el de Rafael Aragón Cabrera, titular del Club Atlético River Plate (...) La candidatura no consiguió el sello aprobatorio pese a la garantía de la experiencia realizada. ‘Al gallego le cuesta llevar adelante su club y ustedes quieren que maneje la AFA’ protestó el militar”. Respecto de Ercoli, el autor sostiene: “Las razones de lejanía (para rechazar su nominación) no convencieron a nadie: en una hora podía hacerse el trayecto en automóvil”. Cuando éste fue a agradecer a Lacoste su apoyo, la cortante distancia establecida por el marino lo desanimó completamente: “Yo no lo postulé –fue la respuesta que lo había congelado–. Yo no elijo ni postulo. A mí me vienen a consultar porque me tienen confianza. Cuando me preguntaron por usted, dije que no lo conocía y agregué que si anduviera en algo sucio ya habría tenido noticias suyas. Digamos que mi desconocimiento habla bien de usted”. Finalmente, respecto de Grondona, la situación fue parecida pero muy distinta la reacción del candidato: “Cuando le nombraron al bicampeón de escritorio, Lacoste no dio demasiadas vueltas. ‘No sé... Es lo mismo que Ercoli. Parece una buena persona que vive de su trabajo’ escucharon de boca del poderoso los dirigentes que bregaban ansiosos por ponerle una simbólica banda presidencial a alguien de una buena vez. A diferencia de Ercoli, Grondona no fue a agradecerle su apoyo al militar ni a pedirle su bendición. Futbolero al fin, sabía que los partidos se juegan en la cancha, y decidió sin miedos salir a disputarlo (...) ‘El objetivo es que todos los clubes que integran la AFA formen parte de su gobierno. Habrá que estudiar si lo conseguimos con un funcionamiento de órgano colegiado o de alguna otra manera’, prometió en la austera ceremonia de su asunción. Nada indicaba por entonces que en esos burocráticos y aburridos cinco minutos de palabras de ocasión y saludos fríos nacía la presidencia más poderosa de la historia del fútbol argentino”. BORENSTEIN, Don Julio, Planeta, Buenos Aires, 2001, págs. 16/19. En similar sentido, ver VEIGA, Fútbol limpio..., cit., págs. 43-45. (78)“Yo soy radical de toda la vida” (El Gráfico, 30-4-85), declaró en más de una ocasión. Incluso tenía una alineación proclamada en las confrontaciones internas de ese partido: militaba en el Movimiento de Renovación y Cambio, liderado por Raúl Alfonsín”. Ibídem, pág. 169.

(79)Op. cit., p. 170. (80)Op. cit. (81)Op. cit. (82)Cfr. A. BORENSTEIN, op. cit., pp. 16-19. En similar sentido, vid. G. VEIGA, op. cit., pp. 43-45. (83)“Yo soy radical de toda la vida” (El Gráfico, 30/4/1985), declaró en más de una ocasión. Incluso tenía una alineación proclamada en las confrontaciones internas de ese partido: militaba en el Movimiento de Renovación y Cambio, liderado por Raúl Alfonsín” (H. PALOMINO y A. SCHER, op. cit., p. 169). (84)Cfr. A. CASAR GONZÁLEZ y F. Czyz, “El nuevo estatuto de la AFA, consensuado con Máximo Kirchner”, La Nación, 21/10/2014. Disponible en http://canchallena.lanacion.com.ar/1737298-el-nuevo-estatuto-dela-afa-consensuado-con-maximo-kirchner. (85)Ibidem. (86)Ver ABREU, El pobre federalismo del fútbol argentino. Comparación con el sistema de competición de Brasil, El Derecho, 1-9-11. (87)El art. 16.1 establece: “Todas las personas tienen derecho a asociarse libremente con fines ideológico, religiosos, políticos, económicos, laborales, sociales, culturales, deportivos o de cualquier otra índole”; y el inc. 2º, en lo que interesa, agrega: “El ejercicio de tal derecho sólo puede estar sujeto a las restricciones previstas por la ley que sean necesarias en una sociedad democrática...”. (88)El art. 16 establece: “La Nación Argentina no admite prerrogativas de sangre, ni de nacimiento: no hay en ella fueros personales ni títulos de nobleza. Todos sus habitantes son iguales ante la ley, y admisibles en los empleos sin otra condición que la idoneidad. La igualdad es la base del impuesto y de las cargas públicas”. (89)Ver nota 5. (90)El ex presidente de la AFA, Ramos Ruiz (1968), llega aún más lejos en el tiempo y en 1973, en épocas de normalización, ya pedía elecciones libres de acuerdo con un nuevo régimen estatutario: “A partir de 1942 puede decirse, ajustándose a una completa fidelidad, que los titulares de la Asociación Nacional, fueron nominados por el gobierno, o fueron los propios dirigentes quienes ofrecieron el cargo a figuras íntimamente relacionadas con el gobierno de turno, a fin de lograr decisiones que ayudaran a resolver problemas, como aquellos que se hicieron presentes en la huelga de 1948. La costumbre siguió rigiendo, incluidas las ‘intervenciones’ cuando el poder público asumió francamente la conducción a través de personeros nombrados al efecto. Es dable señalar, que en caso alguno, el gobierno intervino para definir las pautas necesarias para un ordenamiento eficiente de nuestro fútbol. Esa facultad siempre quedó en manos de las autoridades que se nominaron y apoyaron, o en los interventores que designó. Es entonces más que razonable que ahora, un gobierno de esencia democrática participe con su propio estudio de la situación, a fin de establecer un nuevo orden. Vale decir, propiciamos una intervención que tendría exclusivamente un carácter jurídico. Que no se trate como en el pasado, de tener en el gobierno de la AFA a alguien que responda políticamente al poder del Estado, sino de establecer normas de derecho que deban regir el ordenamiento futbolístico, cuyos dirigentes se elegirían libremente por las entidades de conformidad con un nuevo régimen estatutario”. Cfr. RAMOS RUIZ, Nuestro fútbol. Grandeza y decadencia, Buenos Aires, edición propia, 1973, págs. 206/207.