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10 EL PREGONERO

ENERO 21, 2016

COMUNIDAD

Entre la esperanza y la violencia Miguel Vivanco El Pregonero

P

ara Manuel Orozco, investigador del centro de estudios Diálogo Interamericano de Washington, la ola migratoria de niños y jóvenes centroamericanos a Estados Unidos tiene sus orígenes no solo en la falta de oportunidades laborales y educativas, sino también en el ‘ecosistema’ de violencia impuesto por el crimen organizado. “Los altos índices de pobreza, asesinatos y falta de capacidad de los gobiernos para atender los requerimientos sociales siguen siendo problemas sin solución, a pesar de la asistencia económica ofrecida por Estados Unidos”. Agregó que en la última década la corrupción y el lavado de activos (proveniente del narcotráfico) ha contaminado casi todo el sistema operativo centroamericano, obligando a las familias a buscar alternativas de sobrevivencia fuera de sus países. “La migración forzada es la salida más viable, pues la existencia de una red económica entre los centroamericanos que viven en EEUU y sus familiares, termina alentando un desplazamiento migratorio irregular”. Orozco señaló que las propuestas de solución presentadas en el marco del Plan de la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte (El Salvador, Honduras y Guatemala), que cuentan con el apoyo de EEUU y organismos internacionales, son interesantes pero insuficientes para corregir las deficiencias en el desarrollo económico regional. “En la actualidad Centroamérica experimenta la crisis más grave de su historia. Los índices de violencia son alarmantes. En los últimos 10 años el número de muertes violentas supera la totalidad de fallecidos durante los conflictos armados de la década de 1980. Si se suma el estancamiento económico regional, la desigualdad social y el desempleo, entonces es comprensible ver un incremento en la emigración centroamericana”, comentó Orozco.

Pero el investigador del Diálogo Interamericano señaló que “la migración no es, ni debe ser, una solución a los problemas de la región”. Dijo que es hora de apostar por invertir en el capital humano a través de la educación, generación de empleo y combatir la corrupción. “Para Honduras, Guatemala y El Salvador, la migración tiene que ser una opción, mas no una necesidad imperiosa. La clave radica en aprovechar las remesas familiares, potencializar el comercio y utilizar de manera transparente las donaciones para gestar un cambio sostenido, real e independiente”, acotó Orozco, quien es co-autor del libro Centroamérica en la Mira: La Migración en su Relación con el Desarrollo y Oportunidades para el Cambio. FOTO/EFE

Deportaciones no son la solución Francisco Altschul, embajador de El Salvador ante la Casa Blanca, quien participó de un evento del Diálogo Interamericano, señaló que su país respeta pero no comparte la política de deportaciones del Gobierno, ya que crea miedo entre los inmigrantes y "no es la solución" para contener el flujo de personas que huyen de la violencia en Centroamérica. "Respetamos esa decisión pero, por supuesto, no la compartimos. Estamos preparados para colaborar siempre que tengamos la certeza de que nuestros ciudadanos tienen garantizado el debido proceso que contempla la ley estadounidense", afirmó el diplomático salvadoreño. Reconoció la responsabilidad de los países del Triángulo Norte centroamericano para crear nuevas oportunidades que eviten que tantos ciudadanos sientan la necesidad de irse, pero reclamó al tiempo que Estados Unidos cumpla sus tareas pendientes. Para Altschul, el programa de deportaciones estadounidense "no es la solución" ya que las causas de la migración "son muchas": la violencia, la inseguridad, la falta de oportunidades y la reunificación familiar.

FOTO/ARCHIVO/JACLYN LIPPELMANN

Madres de familia, en compañía de sus hijos, marchan por las calles de Washington DC pidiendo un alto a las deportaciones de inmigrantes indocumentados.

El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, saluda al presidente electo de Guatemala Jimmy Morales (izq.), después de la ceremonia de juramentación.

El Triángulo Norte centroamericano es una de las zonas más violentas y empobrecidas del mundo, con al menos 17.340 asesinatos en 2015, aunque no sufre una guerra convencional.

Luz de esperanza Hace unos días John Kerry, secretario de Estado de EEUU, dijo que existen planes de "expandir" su programa de admisión de refugiados para acoger a ciertos inmigrantes de El Salvador, Guatemala y Honduras que huyen de la violencia en sus países, mediante centros de procesamiento gestionados por la ONU. El Departamento de Estado precisó que colaborará con la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la Organización Internacional de la Migración (OIM) "y sus socios en las ONG para identificar a personas necesitadas de protección como refugiados". Entre ellas puede haber "personas perseguidas por las bandas criminales, defensores de derechos humanos que han sido perseguidos, y otros", según el Departamento de Estado, que seguirá "explorando más opciones posibles, incluido para aquellos que puedan correr un riesgo inminente de daño". "Quiero anunciar planes de expandir el programa de admisión de refugiados de EEUU para ayudar a familias e individuos vulnerables de El Salvador, Guatemala y Honduras", dijo Kerry en un reciente discurso en la Universidad Nacional de Defensa de Washington. Durante la toma de posesión del nuevo presidente de Guatemala, Jimmy Morales, les recordó a los líderes de Centroamérica que la ayuda estadounidense está condicionada a los avances en el combate a la corrupción. Asimismo, les dijo al nuevo presidente guatemalteco y sus homólogos de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén; y de Honduras, Juan Orlando Hernández, que los 750 millones de dólares de ayuda que el Congreso estadounidense aprobó el mes pasado para los tres países durante el año fiscal 2016

están sujetos a "condiciones importantes", de acuerdo con el funcionario. Entre ellas está que el 25 % de la asistencia estará congelada hasta que el secretario de Estado, John Kerry, certifique al Congreso "que cada país ha tomado medidas para informar a sus ciudadanos sobre los peligros del viaje" al país norteamericano y otras acciones para reducir la emigración hacia el norte. Además, otro 50 % se desbloqueará solo cuando el Secretario de Estado certifique que los países están "dando pasos para combatir la corrupción", fortalecer las instituciones y promover los derechos humanos, entre otras reformas, explicó el funcionario.

Ruta de la droga Muchos analistas coinciden al señalar que el narcotráfico internacional, que utiliza a los países de Centroamérica como ruta de tránsito para la droga, es el principal causante de los altos niveles de violencia y corrupción en la región. Esta realidad se ve reflejada en los informes anuales que remite el Departamento de Estado al Congreso, en donde evalúa lo que están haciendo los gobiernos extranjeros para combatir el narcotráfico. Con respecto a El Salvador, indica que el narcotráfico transnacional “es un grave problema en ese país”. En el caso de Guatemala advierte que existe “poco avance” en el for talecimiento de las instituciones públicas a pesar de que se lograron varias capturas de capos de la droga en el año 2014. El informe señala que la policía guatemalteca “sigue siendo corrupta e ineficaz, el sistema judicial ineficiente y el sistema penitenciario inadecuado”. El Departamento de Estado, al referirse a la situación de Honduras, reconoce una reducción en los vuelos cargados con drogas que llegan al país. En 2014 las autoridades estadounidenses estimaban que el 60 por ciento de los vuelos con droga que despegaban de América del Sur (Colombia, Perú y Bolivia) hacían su primer aterrizaje en territorio hondureño, en comparación con el 75 por ciento en 2013.