Iglesias del Nuevo Testamento

5 Las Iglesias Inconstantes: Galacia Gálatas 1:6-9; 4:8-11; 6:7-9 6

Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia 7 de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos 8 que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea 9 anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema. 8

Ciertamente, en otro tiempo, no conociendo a Dios, servíais a los que por naturaleza 9 no son dioses; mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os 10 11 queréis volver a esclavizar? Guardáis los días, los meses, los tiempos y los años. Me temo de vosotros, que haya trabajado en vano con vosotros. 7

No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, 8 eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará 9 corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.

La Lección en Resumen El desarrollo inconstante del creyente produce resultados trágicos. «No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará» (Gálatas 6:7).

La Epístola a los Gálatas es una protesta indignada contra todos los esfuerzos para poner a los cristianos en obligación al legalismo de cualquier clase. Es una de las más fuertes declaraciones doctrinales del Nuevo Testamento. El mundo pide a la iglesia que pierda su distinción. Los grupos fanáticos acosan a la iglesia para que acepte sus temas favoritos. Los grupos heréticos retan a la iglesia a hermanar con su dedicación y apartarse de su doctrina. La iglesia debe permanecer firme. De no hacerlo así, llegaría a ser inconstante. La lección de hoy es un llamado a la constancia cristiana.

Aunque así sucediera, habría que juzgar la verdad del mensaje por lo que ya ha sido revelado y no por la apariencia impresionante del mensajero.

UN BUEN COMIENZO El evangelio fue introducido en la región de Galacia por Pablo y Bernabé en su primer viaje misionero (Hechos 14, 16). Por su predicación del evangelio de Jesucristo, nacieron iglesias en las ciudades de Iconio, Antioquía de Pisidia, Listra y Derbe.

UN EVANGELIO DE SEGUNDA CLASE Lo mejor en la vida es conocer a Dios personalmente y vivir diariamente en comunión con Él. Esa es la vida del cristiano normal; es su herencia como creyente.

Los gálatas recibieron a Pablo con gran gozo cuando llegó a su región. Aunque muchos judíos se opusieron a Pablo, se establecieron iglesias firmes. Las iglesias de Galacia fueron visitadas por Pablo y Silas en el segundo viaje misionero. «Así que las iglesias eran confirmadas en la fe, y aumentaban en número cada día» (Hechos 16:5). Todo parecía ir bien para los testigos de Cristo en Galacia. Pablo se fue a otro campo nuevo a evangelizar. Pero surgieron problemas en Galacia. Ciertos maestros judíos llegaron de Palestina con una doctrina falsa. Negaron la autoridad de Pablo como apóstol. Repudiaron su enseñanza de la doctrina de gracia. Enseñaron a los gálatas que sólo los que fueran circuncidados podían ser salvos. Los gálatas, que Pablo creyó establecidos en la fe, fueron persuadidos por los judaizantes. Cuando Pablo supo del problema, no pudo regresar inmediatamente a Galacia como hubiera querido (Gálatas 4:19, 20). Así que escribió una carta para corregir el error en el que estaban envueltos los gálatas. DESVIÁNDOSE Los gálatas aceptaron lo que los judaizantes enseñaron. Mezclaron el ritual judío con la fe cristiana. Los gálatas no simplemente se desviaron de la fe. Pablo dijo: «Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente» (Gálatas 1:6). Su gran pecado era que estaban desviándose de Dios. Es de mayor importancia, no lo que usted cree, sino a Quién cree. Eso no significa que la doctrina no sea importante. Desviarse de la verdad es desviarse de Dios. Rechazar la verdadera doctrina es rechazar al Dios verdadero. Los gálatas habían pervertido el evangelio. Un evangelio pervertido no es un evangelio verdadero. Hay que aprender a discernir. No importa cuán razonable sea un argumento, o cuán persuasivo el que habla, si niega o cambia el evangelio original, usted no debe participar de él. Los cristianos deben ser constantes en lo que han sido enseñados. Eso es lo que Pablo se propuso cuando escribió: «Más si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema» (Gálatas 1:8). Ese es un lenguaje fuerte, pero apropiado. Sería asombroso si un ángel viniera con una «revelación».

Mire el anatema pronunciado contra el que pervierte el evangelio. El término que Pablo usó significa «condenado a la destrucción, sentenciado al castigo eterno». ¿Por qué tan severo juicio al maestro de un evangelio falso? Porque pervierte la verdad de Dios y condena al infierno a los que creen sus enseñanzas falsas.

Todo lo que impida que usted disfrute de una relación personal con Dios es dañino. Todo lo que le impida vivir en comunión con Él lo defrauda. Todo lo que le impida experimentar la suficiencia de Dios en Cristo, lo derrotará. ¿Cuál es el fin de seguir un evangelio pervertido? Siempre conduce sus seguidores a la esclavitud. Cuando los gálatas se dejaron enseñar por los judaizantes, sufrieron gran pérdida. En lugar de disfrutar de una comunión personal con Dios y regocijarse en la aprobación por Jesucristo, comenzaron a celebrar días especiales, realizaron rituales detallados e hicieron de la religión una mera forma. ¡Qué trágica pérdida! ¿Cambiaría alguien una joya preciosa por una imitación? ¿Dinero por moneda falsa? ¿Alimento puro y sano por basura? Por supuesto que no. Entonces, ¿por qué es que la gente cambia el evangelio puro de Cristo por otro que la condenará en vez de redimirla? No acepte un evangelio de segunda clase. Usted puede tener la joya, la riqueza válida y alimento saludable por creer al evangelio verdadero y confiar en Cristo personalmente. LA COSECHA El engaño marca a los que pervierten el evangelio. En un esfuerzo para persuadir a los hombres, los maestros falsos pervierten la verdad de Dios y falsifican Su persona. Eso es lo que pasa cuando los hombres se apartan de Él, dejando a un lado sus preceptos o cambiándolos, fingiendo devoción religiosa y haciendo una profesión de comunión con Él que no experimentan personalmente. Tales acciones hacen una mofa de Dios. Dios castigará a los que se atreven a burlarse de Él de esta manera. Una persona cosecha según la clase de semilla que siembra. Un granjero que siembra algodón cosechará algodón. El que siembra maíz cosechará maíz. De igual modo, el individuo que siembra según su naturaleza baja (la sensualidad carnal) de la carne segará corrupción, ruina y destrucción. Por otra parte, uno que siembra al Espíritu entrará en la plenitud de la vida eterna, aquí y en el futuro. Nunca se canse de hacer lo correcto, porque, a menos que usted se dé por vencido, segará una cosecha de bendición. Es fácil cansarse. La distancia aparente de la cosecha ha desanimado a muchos sembradores. Así puede ser con el cristiano también, pero nunca debe perder la esperanza. La cosecha está asegurada. Su tarea es permanecer fiel hasta que llegue el día de la cosecha. «Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano› (1 Corintios 15:58).