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j,Ii a es para -ilna. raP!9lLexpansion estaban en ultrsmar. ! -.---,--~ .... hasta ahora se habfan equilibrado por una mezcla de exportaciones de metal y latrocinios.
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LA ERA DE LA REVOLUCI6N, 1789-1848 LA REVOLUCl6N INDUSTRIAL

aumentar rapidamente fiU producci6n total, si era menester, con innovaciones razonablemente baratas y sencillas, y segundo, un mercado mundial amplia­ mente monopolizado por la produccion de una sola nacion,7 Estas consideraciones son aplicables en cierto modo a todos los palses en el perfodo que estudiamos. Por ejcmplo, en todos ellos se pusieron a la cabe­ za del creeimiento industrial los fabricantes de mercandas de consumo de masas -principal, aunque no exclusivamente, textiles-,s porque ya existfa el gran mereado para tales mercancias y los negociantes pudieron ver con claridad sus posibilidades de expansion. No obstante, en otros aspectos solo pueden aplicarse a Inglaterra, pues los primitivos industrializadores se en­ frentaron con los problemas mas diffciles. Una vez que Gran Bretafia empe­ zo a industrializarse, ou'os paises empczaron a disfrutar de los benefieios tle 1a rapida expansion economiea estimulada por la vanguardia de la Revolucion indusu·ial. Ademas, el exito britanic(f dcmostr6 10 que podia conseguirse: la tecnica britanica se podia imitar, c importarse la habilidad y los capitales La industria textil sajona, incapaz de hacer sus propios inventos, copio los de los ingleses, a veces bajo la supervision de mecanicos britani­ cos; algunos ingleses aficionados al continente, como los Cockerill, se esta­ blecieron en Belgica y en algunos puntos dc Alemania. Entre 1789 y 1848, Europa y Ameriea se vien)ll inundadas de expertos, maquinas de vapor, maquinaria algodonera e inversiones de capitul, todo ello britanico.; Gran Bretafia no disfrutaba de tales ventajas. Por otra parte, lenfa una economia 10 bastante fucrte y un Estado 10 bastante agresivo para apoderar­ se de los mere ados de sus competidores. En efecto, las guerras de 1793-1815, ultima y decisiva fase del duelo librado durante un siglo por Francia e terra, eliminaron virtualmcnte a todos los rivales en el mundo extraeuropeo, con la excepei6n de los jovenes Estados Unidos. Ademas, Gran Bretafia poscfa una industria admirablementc equipada para acaudillar la Revolucion industrial en las circunstancias capitalislas, y una coyuntura eeonornica que se 10 perrnitia: la industria algodonera y la expansion colonial. II La industria britanica, como todas las demas industrias algodoneras, tuvo su origen como lin subproducto del comereio ultramurino, que prodllcfa su material crudo (0 mas bien uno de sus materiales erudos, pues el producto ririginal era el jilsldn, mezcla de algodon y lino), y los artlculos de algo­

7. Solo lentamentc el poder adqllisilivo allmenl6 con cl erecimiento de poblaci6n, la f(~nta per capita, el precio de los transpOItcs y las limitaciones del comercio. Pero el mercado se mnplia· ba, y la cuesti6n vital consistia en que un pmducto de mercancias de gran consumo adquiricm nuc­ vos mercados que Ie permilieran una continua expansion (Ito su produccion (K. Bcrrill, "Intern'l­ lional Trade and the fulte of F.conomic Growth», Economic f!istmy Review, XII (1960), o. 358. 8. W. G. Hotfmann, The Growth of'lndustrial Economics, Manchester, 1958, p.

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don indio 0 indianas, que ganaron los mercados, de los que los fabricantes europeos intentarfan apoderarse con sus imitaciones. En un principio no tuvieron exito, aunque fueran mas eapaces de reproducir a precios de com­ peteneia las mercancfas mas tosca;; y baratas que las finas y costosas. Sin eruP~rgo, por fortuna, los antiguos y poderosos magnates del comercio de Llaf).'!Vconsegufan peri6dicamente la prohibici6n de importar los calico!§.. o indianas (que el interes urament' mcrean i de la EaSfTi'i(ffii'·c
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LA ERA DE LA REVOLUCION, 1789-1848

setenta miIIones de libras esterlinas anuales. Su comercio era el doble que el de Francia, su mas proxima competidora: ya en 1780 la habfa superado, Su consumo de algodon era dos veces el de los Estados Unidos y cuatro el de Francia. Produda mas de la mitad del total de lingotes de hierro del mundo desarrollado economicamente, y utilizaba dos veees mas por habitante que el pals proximo mas industrializado (Belgica), tres veces mas que los Estados Unidos y sobre cuatro veces mas que Francia. Entre los doscientos y tres­ eientos mill ones de capital britanico invertido-una cuarta parte en los Esta­ dos Unidos, casi una quinta parte en America Latina-, Ie devolvfan divi­ dendos e intereses de toda~ las partes del mundo. 54 Gran Bretaiia era, en efec­ to, "el tallcr del mundo», Y tanto Gran Bretafia como el mundo sablan que la Revolucion industrial, iniciada en aquellas islas por y a traves de los comerciantes y empresarios cuya unica ley era comprar en el mercado mas barato y vender sin restricci6n en el mas caro, estaba transformando al mundo. Nadie podia detenerla en este camino. Los dioses y los reyes del pasado estaban inermes ante los hom­ bres de negocios y las maquinas de vapor del presenlc.

3.

LA REVOLUCION FRANCESA Un inglcs que no csle HellO de estima y admiraeion por la suhlime manera en que una de las mas IMPORTANTFll REVOLUCIO­ NES que el mundo ha conocido se csta ahora efccluando, debe de eslar mllerlo para todo scntimienlo de virllld y lihertad; ninguno de mis eompatriotas que haya tenido la huena fortuna de presen­ eiar las lransacciones de los ultimos lres dias ell esta eiudad, les­ lificara que mi Icnguaje es Del Morning Post (21 de julio de 1789, sohre la loma de la Bastilla)

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Pronto las naciones ilustradas procesaran a quienes las han gohcrnado hasta ahora. Los reyes serun cnviados al desierto a hacer compafHa a las bcslias fcroces a las que se parect;n, y la naluralcz